Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) en la Comunidad Valenciana han perdido en la última semana 20,88 hectómetros cúbicos y han quedado situados al 22,38% de su capacidad total. Las reservas de agua se sitúan, así, en 748,96 hectómetros. Su capacidad total es de 3.346,6 hectómetros cúbicos. Los principales embalses valencianos han disminuido su nivel de agua almacenada: Alarcón, con una capacidad de 1.118 hectómetros cúbicos, ha bajado 2,84 hectómetros y queda al 9,56% de sus posibilidades, mientras que Tous-La Ribera baja en 9,61 hectómetros y se sitúa al 16,18% de sus 378,6 hectómetros de capacidad.
También han bajado sus reservas el pantano de Benagéber en 2,78 hectómetros cúbicos, lo que deja su nivel al 49,28%. Lo mismo ocurre en Arenós, que ha disminuido sus reservas en 1,71 hectómetros, quedando su nivel al 40,59%, y en Cortes II, que reduce sus reservas en 1,67 hectómetros y queda al 86,74%. Tan solo han aumentado sus reservas embalses de poca capacidad como La Muela. El resto de pantanos ha disminuido sus reservas de agua y otros cuatro se han mantenido sin variaciones, como son Algar, L’Alcora, Almansa y Escalona. El embalse de Amadorio ha bajado su nivel en 0,31 hectómetros y se sitúa al 79,18%; Guadalest reduce sus reservas en 0,25 hectómetros y está al 62,97%. Por sistemas, el de Alicante (Marina Baixa-Serpis) está al 72,20% de capacidad, el del Júcar al 16,60%, el del Turia al 43,83% y el de Castellón (Palancia-Mijares-Cenia) al 50,19%, según la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Por su parte, el vicesecretario de La Unió de Llauradors i Ramaders, Miquel Oltra, aseguró en declaraciones a Europa Press que el agua de las lluvias del fin de semana, «aunque haya sido poca, siempre beneficia a las plantas». Así, destacó que estas precipitaciones mejorarán los cultivos de cítricos, de olivos y de vid, entre otros, porque «las plantas se reavivan». Sin embargo, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, aseguró que estas lluvias serán «imperceptibles» para el campo valenciano y «no mejorarán la deshidratación que las tierras han sufrido este verano». En el caso de Valencia, aseguró, «sólo han servido para refrescar a los árboles».