Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Júcar almacenaban ayer 492,09 hectómetros cúbicos que suponen un 14,70% de la capacidad disponible tras una semana en la que solo han ganado 5,35 hectómetros, la peor ganancia de la última década consecuencia de la sequía climatológica que sufre prácticamente toda la mitad este del país tras un inicio del invierno prometedor que se ha quedado en nada.
En este contexto de ríos exhaustos y pantanos sin agua, los pronósticos meteorológicos coinciden: al menos durante toda esta semana y quizás en la primera parte de la próxima no son previsibles cambios que inviertan la situación actual; más bien al contrario, un anticiclón con circulación de vientos procedentes del sur mantendrán las temperaturas máxima inusualmente altas.
Embalses a la baja
Los pantanos han ganado en una semana 5,25 hm3 aunque no es, dicen los expertos, una buena noticia. El año pasado, ya en periodo de sequía, los caudales base de los ríos aportaron 18 hm3 y solo en 2004 y 2003 las cantidades almacenadas en la segunda semana de enero se acercaron a los registros de estos días, con ganancias muy reducidas de 5,43 y 6 hectómetros cúbicos en 2005 y 2004 respectivamente.
Sin embargo, estas entradas a los pantanos contrastan con las cifras de los primeros años de la última década. Así, en 2003 y 2001 las aportaciones a los embalses estuvieron en tono a 42 y 34 hectómetros cúbicos mientas que solo en 1997 y 1998, con 60 y 74,5 hectómetros cúbicos respectivamente se midieron entradas significativas capaces de recuperar el nivel de agua embalsada.
Por otra parte no se espera un cambio a corto plazo en las condiciones meteorológicas responsables de la sequía.
El Instituto Nacional de Meteorología anunciaba ayer que esta semana continuarán las temperaturas cálidas y los cielos despejados sin precipitaciones fundamentalmente por la presencia de un anticiclón que afecta a buena parte de Europa que trae vientos del sureste, «flojos» pero con una masa de aire africana subtropical.
Por ello, en los próximos 7-8 días no se espera «nada de particular» respecto a un cambio de tiempo.
Así, la entrada de aire cálido es lo que ha provocado una subida de temperaturas a casi 20 grados en el Mediterráneo durante este fin de semana y máximas «muy altas» en muchos sitios, con una helada en el interior «muy baja», de valores de dos grados bajo cero, según explicó a Europa Press el portavoz del INM, Ángel Rivera, anunciando, únicamente, algún cambio a principios de la semana que viene sin delimitar todavía si será hacia frío o lluvia.
Básicamente, el pronostico a nivel nacional del INM coincidía ayer con el avance regional del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, que no presenta «cambios significativos» a la vista durante la mayor parte de la semana, manteniéndose la situación anticiclónica. «Durante la segunda mitad de esta semana volverán a predominar los cielos despejados, tendiendo de nuevo a temperaturas muy agradables-pronostica el CEAM-, «aunque podrían iniciarse ya cambios significativos muy a finales de semana, o inicios de la siguiente, que comenzarían con un descenso térmico significativo», concluye, aunque advirtiendo que es «muy pronto» para ver la evolución posterior.