Mientras en el conjunto de España la reserva de los embalses se encuentra al 47,7% de su capacidad, los pantanos que abastecen a la Comunitat desde los ríos Júcar y Segura se hallan al 16,6 y 15,8%, respectivamente. Y los dos grandes pantanos que almacenan agua para Valencia, Alarcón y Contreras, se encuentran bajo mínimos
El dato lo ofrecía ayer el Ministerio de Medio Ambiente. Las presas del Segura y del Júcar son las más vacías de todas las cuencas hidrográficas españolas.
Aunque esto, desde hace años, ya no es una novedad. Sólo constata que las lluvias del pasado invierno y la primavera han propiciado que algo más de tres cuartas partes de España esté diciendo adiós a la sequía, mientras las cuencas mediterráneas desde Castellón hasta Murcia ven cómo sus embalses siguen vaciándose hectómetro a hectómetro, semana a semana.
Alarcón y Contreras, los dos mayores pantanos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), concebidos para dar agua a Valencia y su área metropolitana, se hallan al 6,6 y 5,3% de capacidad, con 74,5 y 45,4 hectómetros, respectivamente. Alarcón puede almacenar 1.118 hectómetros y Contreras más de 852.
En lo que llevamos de siglo sólo el año pasado fue peor que este, cuando la sequía se encontraba en el momento de mayor intensidad. Alarcón embalsaba un 4,1% y Contreras un 2,81%. Hace dos años, sin embargo, este pantano estaba al 12,1%, casi el doble que ahora.
Y todo ello a pesar de que el actual año hidrológico –se inició el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre– ha sido ‘‘relativamente bueno’’ en cuanto a lluvias, declaró ayer José Luis Utrillas, jefe de Explotación de Embalses de la CHJ.
‘‘Hemos tenido una media de precipitaciones de 440 litros por metro cuadrado en toda la superficie del ámbito de la CHJ (parte de Teruel, Cuenca y Albacete y casi toda la Comunitat), un 10% más que la media. Pero llovía y los ríos no se enteraban. El terreno absorbía toda el agua. No hemos tenido entradas fuertes de agua en las cabeceras de los ríos, de 60 o 70 hectómetros’’, se lamentó Utrillas.
Así las cosas, el agua de las lluvias que hubo el invierno y la primavera pasadas no se almacenó en los embalses. Pasó al subsuelo. Y eso es lo que ahora está alimentando los ríos. ‘‘Los caudales fluyentes están garantizando el abastecimiento de Valencia y su área metropolitana’’, señaló Utrillas.
El Júcar, pese a la época de estiaje, lleva prácticamente el doble de agua que el año pasado, algo más de 4 metros cúbicos por segundo, indicó el jefe de Explotación de la CHJ. El abastecimiento de Valencia, su área metropolitana y Sagunto está cifrado en 4,5 metros cúbicos por segundo, alrededor de 136 hectómetros cúbicos en un año.
La CHJ espera finalizar el año con unas reservas de unos 150 hectómetros en el Júcar y de 80 en el Turia. Actualmente entre ambos suman 250. De mantenerse la sequía o de agudizarse las reservas también garantizarían el abastecimiento de Valencia y Sagunto. Otra cuestión sería el agua que se destinara al regadío.
Por lo que respecta a la campaña de este año que está a punto de cerrarse, el jefe de Explotación de la CHJ la calificó como ‘‘buena’’ y resaltó que se ha realizado ‘‘un gran esfuerzo por parte de todos, especialmente por los agricultores. Se ha usado agua de pozo y se ha reutilizado la de depuradora como nunca’’.
Utrillas remarcó que el Júcar va a finalizar la campaña con un 40% más de agua que el año pasado. También el Turia tendrá superávit, mientras que los usuarios del Mijares no van a tener ningún problema porque ‘‘el río está fenomenal, sus embalses tienen tres veces más agua que en 2006’’.
La CHJ ha preparado un plan alternativo de abastecimiento a Valencia si la sequía perdurase y no hubiera agua en los embalses. Utrillas indicó que están realizando perforaciones en el entorno de la Acequia Real del Júcar y del canal Júcar-Turia para extraer agua de buena calidad que se podría usar para dar agua a la capital de la Comunitat.