En un mandato de cuatro años, tres han sido ejercicios de sequía. «Ha sido el peor periodo de los últimos 75 años», dice González. Una situación difícil de afrontar desde una entidad de autogestión del agua. «Me ha costado muchísimo esfuerzo hacer propuestas a la asamblea para paliar estos años extremadamente secos», cuenta. La aprobación de medidas de reducción de consumo autoimpuestas ha sido en ese sentido el peor trago al que se ha enfrentado González pero no el único.
También tuvo que hacer frente por vez primera a la propuesta de los regantes de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, avalados por el director general del Agua, Jaime Palop, de venta de agua. Se trataba de dejar de regar en la Mancha Oriental a cambio de dinero, pero también a cambio de que ese agua fuese a parar a los regadíos del Taibilla. La respuesta fue un no rotundo. Por primera vez también la JCRMO tuvo que hacer frente a una Oferta Pública de Adquisición (OPA) del 60% de su derecho a extraer agua del acuífero en el tramo medio del río. ¿El objetivo? Reducir las extracciones como medida medioambiental para evitar que el río y el acuífero sufriesen estragos mayores en un año muy seco.