Mañana tendrá lugar el calado del túnel que comunicará los pantanos de Talave y Cenajo para depositar en este último las aguas que proceden de la cabecera del Tajo y que se destinarán a la población. La conducción está calibrada para transportar un máximo de 131 hectómetros cúbicos anuales, por lo que no pasará el agua que se destine a los regadíos. El objetivo del túnel, en territorio de Castilla-La Mancha, es que mejore la calidad de las aguas para la población, ya que impedirá que transcurran a cielo abierto por un tramo del río Mundo con alto contenido en sulfatos.
La máquina tuneladora que ha perforado el túnel en los últimos meses calará la última parte de la roca. El túnel, de 7.513 metros, se tuvo que redimensionar -reducir su diámetro- por exigencias del Gobierno de Castilla-La Mancha. El diámetro inicial era de 4,5 metros para transportar un máximo de 60 metros cúbicos por segundo; pero se ha quedado limitado a 3,5 metros y una capacidad de transporte seis veces inferior. Las obras han estado a cargo de la sociedad estatal Aguas de la Cuenca del Segura, Acuasegura, que dirige Carlos Alcón, con un presupuesto de 35 millones de euros.
Narbona, en Murcia
Esta obra garantiza la continuidad del acueducto Tajo-Segura, cuyos aspectos jurídicos serán debatidos la semana que viene por un grupo de expertos en Murcia, en un acto que inaugurarán los presidentes Valcárcel y Camps. Al mismo tiempo -y puede decirse que a la misma hora- la ministra Cristina Narbona inaugurará otras jornadas conmemorativas del Plan de Defensa frente a Inundaciones en el Segura, que analizará el éxito que ha tenido en los últimos veinte años. Las lluvias torrenciales de 1997, 2000, 2001 y 2003 han tenido una incidencia apenas perceptible gracias a estas obras.