Hoy se celebra en Valencia una nueva Mesa de Participación de la revisión del Plan Hidrológico del Júcar. Una reunión que se espera decisiva ya que, valga la redundancia, se acerca el momento de tomar decisiones y elegir.
Durante seis meses, se celebró un proceso de consulta pública, se recogieron las alegaciones a los documentos planteados desde la Confederación Hidrográfica, la CHJ, y se ha elaborado un documento que las incluye a todas.
Dicho documento, denominado Síntesis del proceso de participación pública y de las observaciones y alegaciones contiene, desde la parte manchega, numerosas alegaciones interpuestas por dos actores: La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo).
Pero este documento, en sí, se limita a enumerar las posturas de los diferentes actores. «Y ahora es cuando empieza lo realmente duro -señalaban ayer a La Tribuna fuentes de la representación castellano-manchega- porque si queremos que el proceso avance y tener un documento para finales de año, hay que empezar a decantarse y eso supone que, a partir de ahora, quien tiene que asomar la patita es la administración».
Por si fuese poco el problema, ahora es cuando hay que tomar una serie de decisiones que afectan al desarrollo de todo el proceso. Por ejemplo, qué hacer con el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Júcar y con el Comité de Autoridades Competentes, órganos creados siguiendo las directrices de la Directiva Marco del Agua de la UE.
Especialmente importante es la cuestión del Consejo del Agua ya que, atendiendo al Real Decreto que crea estos organismos, sus funciones son, precisamente, velar por el desarrollo y buen funcionamiento del proceso de revisión de los planes de cuenca, de la participación pública en los mismos, aprobar los ‘esquemas de temas importantes’ o elevar al gobierno los planes hidrológicos de cuenca y sus revisiones.
«En la anterior reunión de la mesa de participación, ya se planteó este problema -indican desde la delegación manchega- y no sólo desde nuestra región, está surgiendo un consenso sobre que no podemos seguir con un procedimiento asambleario».
Al asunto pendiente del Consejo del Agua, hay que añadir el del Comité de Autoridades competentes, un órgano con menos atribuciones pero que se encarga de algo tan complejo en la Cuenca del Júcar como la coordinación entre administraciones. No hay que olvidar, en este sentido, que casi todo el ámbito de la CHJ se reparte entre Castilla-la Mancha y Valencia, pero también ‘toca’ a otras comunidadea autónomas como Murcia, Aragón o Cataluña.
Encima, el Ministerio de Medio Ambiente que inició el proceso, como tal, ya no existe. Existe el de Medio Ambiente, Rural y Marino y la ministra ya no es Cristina Narbona, es Elena Espinosa, quien deberá definir su propia agenda hidrológica.