La Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) ha suscrito sendos acuerdos marco de colaboración con las compañías eléctricas Endesa e Iberdrola, con el objetivo de obtener condiciones más competitivas en la contratación de energía eléctrica que permitan hacer frente al fuerte encarecimiento experimentado por las tarifas de regadío desde el pasado mes de julio.
En virtud de estos acuerdos, los regantes asociados a Fenacore podrán formalizar individualmente convenios de colaboración específicos con ambas suministradoras de acuerdo a sus necesidades concretas de riego, definiendo una tarifa personalizada y específica adaptada a su consumo en función de las particularidades de sus territorios, climatología y cosechas, según informó la federación.
De esta forma, ambas eléctricas estudiarán «precios individualizados» para cada comunidad de regantes, siempre y cuando éstas se comprometan a realizar los esfuerzos necesarios para adoptar medidas de eficiencia energética orientadas al ahorro energético, la optimización de precios y el cuidado del medio ambiente.
Con este objetivo, Endesa e Iberdrola estudiarán posibles iniciativas encaminadas a la optimización de las potencias contratadas y la modificación de patrones de consumo para evitar penalizaciones por excesos de potencia o consumos en horas de mayores precios.
Asimismo, ocupará un papel importante la gestión eficiente de instalaciones a través del análisis de la ubicación de los aparatos eléctricos, el dimensionamiento de las instalaciones o el empleo de variadores de velocidad y motores de alta eficiencia.
Fenacore indica que estos acuerdos se han producido por la falta de predisposición de los ministerios de Industria y de Economía y Hacienda a adoptar las modificaciones legislativas oportunas que faciliten a los regantes el acceso al mercado liberalizado en mejores condiciones que las actuales.
De hecho, los regantes continúan insistiendo en la necesidad de la aplicación de un tipo reducido de IVA en el suministro de electricidad por ser «usuario finalista», de acuerdo a lo previsto en la Directiva 2006/112/CE del Impuesto sobre el Valor Añadido y tomando como antecedente inmediato el caso de Italia.
Actualmente, las comunidades de regantes no están sujetas al pago del IVA, con lo cual no pueden repercutirlo a sus comuneros y deben soportarlo como usuario final, lo cual supone el encarecimiento de la energía eléctrica.