Tres años consecutivos con la peor sequía de la que existe memoria en el Júcar han provocado una difícil situación en el campo valenciano, el único que está pagando, de momento, el déficit hídrico. La gestión de la Confederación Hidrográfica del Júcar y el propio sacrificio de los regantes -inexistente hasta ahora en los usos urbanos e industriales- , ha permitido que los recortes de este año en aguas superficiales para el regadío se mantengan en torno al 50%.
J. Sierra, Valencia.
Los regantes valencianos del Turia y del Júcar serán los únicos que sufrirán en los próximos meses las consecuencias de la sequía que afecta al territorio valenciano, con recortes de hasta el 50% en los caudales disponibles respecto a un año normal.
De este recorte de aguas superficiales- justo la mitad de lo que tendrían en un año normal, sin restricciones-, los regantes tan solo podrán recuperar un 15% a través del agua sacada de los pozos de emergencia que la Generalitat y el Gobierno central han abierto y equipado en las áreas regables próximas al litoral.
En Albacete las restricciones tendrán menor calado y básicamente afectan solo a las zonas regables situadas en las proximidades del río Júcar y a las que los expertos atribuyen la responsabilidad de que el rio se seque en verano.
En concreto, Juan José Moragues, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) explicó que a partir del 30 de junio y hasta el 30 de septiembre no habrá tomas de agua en la zona superficial del río en Albacete, restricciones que impedirán también que se realicen extracciones subterráneas en 5.000 hectáreas próximas, cuyos dueños no acudieron a las ofertas públicas de adquisición de derechos de agua, a diferencia de lo sucedido con las otras 23.000 hectáreas de la zona más cercana al río.
No obstante, el Gobierno permitirá extracciones de «subsistencia» de cultivos en esta zona siempre que se trate de Sociedades Agrarias de Transformación (SAT) públicas.
Pese a que este año las compras de derechos de agua se han centrado sólo en las 30.000 hectáreas más próximas al río, la CHJ considera que las OPA -oferta pública de adquisición de derechos de agua, similar, según el Gobierno, a la aprobada para Cataluña- han permitido un ahorro de 68 hectómetros cúbicos (sesenta y ocho mil millones de litros de agua), reduciendo las extracciones desde los 148 hm3 atribuidos a estos regadíos a solo 65 hm3.
Juan José Moragues justificó todas las restricciones en la sequía que sufren las cuencas del Turia y Júcar desde hace al menos cuatro años.
Preguntado por el anuncio realizado por los presidentes de la Comunitat Valenciana y Murcia de que presentarán un recurso de amparo al TC para que el trasvase a Barcelona se amplíe al resto de comunidades, Moragues dijo que la misión de la CHJ es «gestionar el agua y hacer lo que podamos hacer en el ámbito de nuestra responsabilidad para que todos los usuarios sepan que llueva mucho o llueva poco, vaya el agua al Tribunal Constitucional o no vaya, tienen sus recursos garantizados siempre que hagan un uso responsable del agua».
La primavera está siendo «hasta el momento bastante más seca de lo habitual, aunque llevamos unos días que está lloviendo por el interior y las escorrentías están empezando a notarse», afirmó Moragues.
El presidente de la CHJ recalcó que pese a los «tres años seguidos de aportaciones mínimas históricas, la aportación del río Júcar hasta Alarcón este mes de marzo y en el conjunto, hasta Tous» hacen del pasado mes «el peor mes de marzo de la historia del Júcar», mientras que el actual año hidrológico «es el segundo año peor en la historia del Júcar», lamentó.
No obstante, en los aforos de entrada al embalse de Alarcón, el Júcar ha pasado de llevar de 2 a 6 metros cubicos por segundo, aunque es pronto para saber si es coyuntural o fruto de las lluvias de hasta 80 litros por metro cuadrado acumuladas en la Serranía de Cuenca en las dos últimas semanas.