Los regantes alicantinos esperan que el inicio de la nueva legislatura permita establecer una nueva relación con el Ministerio de Medio Ambiente y la sociedad estatal Acuamed, que promueve el trasvase Júcar-Vinalopó. Así, la Junta de Usuarios del Vinalopó, que agrupa a los receptores de la transferencia, trasladó ayer en un comunicado su «voluntad de retirada» de las numerosas acciones judiciales emprendidas en los últimos años contra la modificación del trazado.
En este sentido, cabe recordar que su recurso contra la modificación ha sido admitida por la Audiencia Nacional, mientras sus servicios jurídicos preparan una reclamación patrimonial al Ministerio, y su campaña de recogida de firmas para exigir «agua de calidad» sigue adelante.
La intención de los regantes es tender puentes con Acuamed, tras una legislatura en que su relación ha sido nula. En este sentido, la desaparición de la sociedad Aguas del Júcar -que promovió inicialmente la infraestructura- y de su consejero delegado, José María Marugán, con quien protagonizaron agrios enfrentamientos, podría favorecer el acercamiento.
«Depende del Gobierno»
No obstante, el presidente de la Junta, Andrés Martínez, matizó en declaraciones a ABC que la renuncia a las acciones judiciales «depende de la voluntad de diálogo» del Gobierno. Es decir, su retirada está supeditada a que Acuamed reciba a los regantes, y valore su nueva propuesta de trazado alternativo para evitar la toma actual, que se construye en la desembocadura del Júcar, en Cullera.
En el estudio, que Martínez anunció hace unas semanas que presentaría tras las elecciones para no irrumpir en campaña, se propone de nuevo la toma intermedia del azud de Antella, aunque con algunas novedades. Así, el proyecto propone una conducción adicional y un sistema de bombeo. De esta forma se garantizaría al último tramo del Júcar un caudal ecológico superior al fijado por Medio Ambiente, y al mismo tiempo, aportes adicionales a la Albufera de Valencia.