«Con el agua caída en el pasado año hidrológico se garantizan los consumos para tres o cuatro años
Aseguran que hay explotaciones que recogen los productos por falta de rentabilidad
Piden a la nueva ministra de Medio Ambiente que cumpla con la sentencia del Júcar del año 2004″
Ser agricultor en los tiempos que corren no es nada fácil. Arrinconados por el libre mercado, por las tarifas de las eléctricas y, ahora por los robos de cobre, son muchos los que se lo piensan dos veces antes de seguir adelante con su explotación y ello pese a que este ha sido un buen año para el campo por el agua que ha caído.
Así se puso de manifiesto en la asamblea que la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (JCRMO) celebró ayer y en la que aprobó el plan de explotación para este año que ya no contempla las restricciones de ejercicios anteriores por las intensas lluvias. El plan de explotación también contempla mejoras de los planes bienales y de los planes conjuntos.
«Tenemos garantizada el agua hasta la próxima sequía, pero hay que hacer una buena gestión», reconoció el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, Francisco Belmonte, lo que supone que habrá agua para tres o cuatro años «porque las sequías son cíclicas».
Y es que las lluvias y las nieves de todo el año hidrológico han permitido que se registre un superávit de agua en los acuíferos de 230 hectómetros cúbicos ya que los regantes han consumido en torno a 220 y las recargas han alcanzado los 450. «Hemos tenido una recarga de los acuíferos de cinco metros y medio, y nunca habíamos visto una subida de los niveles así», reconoció Belmonte que lo atribuyó, no sólo a las lluvias sino a la «buena gestión» que hacen los regantes del agua.
A ello también contribuye el agua embalsada en los pantanos. Por ejemplo, Alarcón cuenta ahora con 560 hectómetros cúbicos cuando hace un año apenas había 200.
Energía muy cara
Pero el máximo responsable de los regantes albaceteños reconoció que los precios de la energía y de los productos «no animan» al agricultor a plantar «porque los precios están muy bajos y nos han incrementado cuota de potencia un 600% en apenas tres años».
Belmonte calificó de «impuesto revolucionario» este canon «que le pagamos a las eléctricas con el permiso del Gobierno, y así da gusto robar», se lamentó.
Tampoco ayuda la enorme diferencia de precios de los productos desde que se recogen en el campo hasta que llegan a la mesa, «hay diferencia escandalosas de precio». Belmonte reconoció que hay casos en los que no se están recogiendo los melones y los que lo están haciendo se pagan entre 6 y 10 céntimos de euro por kilo y en el supermercado se paga a un euro «cuando hay que ver la poca manipulación que lleva». Tampoco la situación en el cereal es mejor «porque el mercado está en manos de cuatro multinacionales que suben los precios cuando les conviene y los bajan cuando les da la gana».
A los problemas que tienen los regantes se suma que, «pese a que llevamos cuarenta años regando», todavía no hay ninguna concesión aprobada definitivamente para la utilización de agua por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Esas concesiones se dan para 25 años «pero al ritmo que va la administración tendremos que ir solicitando ya la renovación», bromeó el presidente de los regantes.
Por todo ello pidió medidas en defensa de la agricultura española «porque si no tendremos que importar mucho más de lo que se importa ahora y las garantías que tenemos aquí no se exigen en todos los países», recalcó Belmonte.
Tampoco ha avanzado la negociación para la aprobación del nuevo Plan Hidrológico del Júcar que está paralizada «porque quieren hacer un plan ilegal y no les dejamos», argumentó el representante de los regantes.
Belmonte puso deberes a la nueva ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Rosa Aguilar, «que dice que es muy cumplidora de la ley y por ello lo primero que haremos será mandarle la sentencia del Supremo sobre la cuenca del Júcar para que la cumpla, y de paso, también la del AVE por Cuenca, para que tenga trabajo».