Dimisiones para todos. Una cabeza del PP y otra del PSOE. La Junta de Gobierno del Sindicato Central de Regantes del Tajo-Segura decidió
ayer en Murcia, por unanimidad, solicitar las dimisiones del portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Eduardo Zaplana, y del director general del Agua del Ministerio, Jaime Palop.
Responsabilizan a ambos de la precaria situación en la que se encuentran -sin apenas agua para este verano- después de que el Consejo de Ministros decidiera el pasado viernes autorizar sólo 20 hectómetros para regar hasta octubre. Como publicó este periódico la semana pasada, los regantes pensaban, como mínimo, reprobar a Zaplana.
El presidente del sindicato, Francisco del Amor, explicó ayer por la tarde que Eduardo Zaplana es el responsable último de la proposición no de ley que ha permitido derivar agua -10 hectómetros- a Las Tablas de Daimiel. El sindicato discrepa de «las condiciones» en las que ha actuado el PP, ya que sostiene que enviar ahora agua a Daimiel es innecesario, ya que además se ha restado ese caudal para los regadíos de la cuenca del Segura. La propuesta del PP incluía también que esas derivaciones a Las Tablas tuvieran carácter permanentes, una condición que finalmente no fue aprobada en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso.
Retraso en las actuaciones
En cuanto al director general del Agua, Jaime Palop, los regantes denuncian que el alto cargo ministerial no convocó a la Comisión de Explotación del Acueducto para estudiar un posible envío de agua la pasada primavera, a lo cual se había comprometido si mejoraban las reservas de los pantanos de cabecera. Se puede decir, según el Sindicato, que se les birló un trasvase que, de acuerdo con las reglas de explotación, les correspondía para sus respectivos cultivos.
Si se hubiera convocado a la Comisión, los regantes habrían recibido al menos la parte correspondiente a mayo y habrían obtenido así unos 43 hectómetros en total, según sus cálculos, en lugar de los 20 autorizados a partir de julio.
Las peticiones de dimisión se harán llegar a Zaplana y Palop a través de sendas cartas. Los regantes del Tajo no disimulan su enfado con el PP y con el Ministerio de Medio Ambiente, hasta el punto de que piensan recurrir por la vía legal el envío de agua a Las Tablas de Daimiel, sobre la base de que los cultivos tienen proridad ante las necesidades medioambientales del Parque Nacional, que se encuentran además en la cuenca del Guadiana y no en la del Tajo. Sostienen que esta derivación se hace en virtud de un Real Decreto del año 1995, posterior a la Ley del Tajo-Segura.
El vicepresidente del sindicato, Manuel Serrano, señaló en rueda de prensa que «parece mentira que tengan más importancia la vida de unos patos que la de 70.000 familias» que dependen del trasvase para regar sus cultivos en la cuenca del Segura, informa Efe.
Por otra parte, los regantes no piensan esperar más tiempo a que la Mancomunidad de los Canales del Taibilla les devuelva los 43 hectómetros que les debe y que representan una deuda reconocida incluso por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Por este motivo, también piensan iniciar acciones judiciales para recuperar esos caudales de la cabecera del Tajo que se emplearon en el año 2001 para garantizar el abastecimiento.
Francisco del Amor recuerda que todas las demandas de la cuenca del Tajo están garantizadas y que las reservas en los pantanos de cabecera serán en octubre de 386 hectómetros (con 150 excedentarios), frente a 1 hectómetro sobrante que se contabilizó en el ejercicio anterior, como publicó ABC, y confía en que el Gobierno central recapacite y vuelva a estudiar la situación en julio.