De “dramáticas” calificó ayer el director general de Desarrollo Rural del Ministerio de Medio Ambiente, Francisco Amarillo, las condiciones de los agricultores que dependen del agua del trasvase Tajo-Segura para poder regar sus cultivos. Sin embargo, el director general del Agua, Jaime Palop, aseguró que “no hay apremio” en las necesidades de agua en los regadíos del sur de la Comunitat, tras la celebración de la reunión de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura.
Esta entidad, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y donde están representados los usuarios, recomendó ayer al Consejo de Ministros que se reúne hoy que autorice 11 hectómetros cúbicos para abastecimiento humano y la misma cantidad para riego, “para que lleguen a destino 10”.
Palop calificó la situación actual como “simétrica a la del pasado año” ya que los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, tienen almacenados 305 hectómetros cúbicos, la misma cantidad que en enero de 2006.
A finales de febrero
El director general del Agua aseguró que no hay prisa para trasvasar agua a la agricultura, y a continuación dijo que a finales de febrero o principios de marzo “vamos a necesitar 10 hectómetros cúbicos” para el mantenimiento del arbolado y su capacidad de producir. Es decir, no ve urgencia en el trasvase para riego, pero advierte que dentro de un mes habrá que autorizarlo para salvar el arbolado de los cultivos del sur de la Comunitat.
Será el Consejo de Ministros el que tome la decisión en la reunión que se celebra hoy. Además, tendrá que discutir si aprueba el trasvase de 11 hectómetros cúbicos más para el abastecimiento humano, diez para la Mancomunidad de Canales del Taibilla, que suministra a 32 municipios alicantinos.
Según Palop, a pesar de las precipitaciones y nevadas caídas en la última semana, la sequía persiste, por tercer año consecutivo, en la cabecera del Tajo y en las cuencas del Júcar y del Segura. El director general del Agua señaló además que la decisión de petición del trasvase estuvo presidida por “el principio de la prudencia”.
Los regantes ya no confían en el agua que les debería llegar del trasvase. El vicepresidente del Sindicato Central de Regantes de Trasvase Tajo-Segura, Manuel Serrano Richarte, aseguró ayer que el agua de la conducción “la necesitamos ya”. Justificó esta demanda porque el fruto está en esta época madurando en los árboles y si no se riega no va a tener el tamaño suficiente para su venta. Además, recordó que muchos de los cultivos que dependen del trasvase son invernaderos que no pueden aprovecharse del agua de lluvia.
Serrano lamentó que desde el Ministerio de Medio Ambiente no crean que haya urgencia en el trasvase para riego porque los 31 hectómetros cúbicos que han comprado a la comunidad de regantes de Estremera, en Castilla-La Mancha, no llegarán hasta principios de marzo. “Nos hubiera venido muy bien un poco de agua para regar los campos este mes”, dijo el representante de los regantes.
La compra de agua a otras comunidades de regantes, principalmente del Tajo, se ha convertido en algo habitual. Los agricultores que dependen del suministro hídrico que llega desde la conducción del trasvase Tajo-Segura ya no confían en ella. Hace casi un año que los regantes no reciben ninguna trasferencia de agua desde la cabecera del Tajo y por ello han tenido que recurrir a la adquisición de derechos de agua.
Francisco Amarillo sí reconoció “el esfuerzo enorme para economizar agua” que están llevando a cabo los agricultores valencianos y murcianos que dependen del trasvase. Palop también se refirió a ese esfuerzo realizado para ahorrar agua por parte de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla y al empleo eficaz del agua que se autoriza trasvasar. Sin embargo, aseguró que se va a poner en marcha una campaña de concienciación ciudadana para que los alicantinos ahorren más todavía