La federación de regantes plantea a Sebastián un paquete de medidas para «aliviar» la factura al regadío MADRID, 5 (SERVIMEDIA) La subida de las tarifas eléctricas del regadío preocupa más a los regantes que la falta de agua y los costes que la sequía genera, según reconoció hoy el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo.
El presidente de los regantes convocó hoy una comida de prensa en Madrid para quejarse de los costes «desorbitados» que la desaparición el próximo mes de julio de las tarifas especiales para el regadío tendrá para estos profesionales.
Según advirtió Del Campo, esta subida tarifaria puede obligar a los agricultores a sustituir el regadío por el secano; provocar la pérdida del 20% del PIB que genera la industria agroalimentaria del país; frenar la modernización del sector, el ahorro de agua e, incluso, «paralizar muchos de los regadíos» de España.
«Las nuevas tarifas son abusivas, pueden suponer un encarecimiento medio de los costes energéticos de entre el 20% y 40% en la próxima campaña de riego. Para nosotros es un elemento limitante, peor incluso que la falta de agua y sus costes», subrayó.
SOLUCIONES Ante esta situación, las comunidades de regantes de todo el país convocaron en Madrid esta semana una Junta general para estudiar un paquete de medidas «urgentes» con el que el Ejecutivo les podrá «aliviar» la factura eléctrica.
Fenacore ha presentado este paquete de medidas al ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián; al vicepresidente Económico, Pedro Solbes, y a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa.
En primer lugar, solicitan una nueva prórroga de seis meses de la tarifa especial de riego, hasta la entrada en vigor de las nuevas tarifas eléctricas. Con este aplazamiento, los regantes persiguen que el Ejecutivo «disponga del tiempo necesario para constituir grupos de trabajo que planteen alternativas que faciliten la adaptación gradual de las explotaciones agrarias al mercado liberalizado».
Una alternativa a la prórroga de la tarifa especial agraria sería la aprobación de una tarifa de último recurso a la que se puedan acoger los regadíos.
Modificar el nuevo periodo tarifario de los meses de junio y julio, «los de mayor coste» y «justo aquellos en los que se riega», para aplicar en esos «meses punta» tarifas más bajas; facilitar el acceso de los regantes a las energías renovables y aplicar a estas comunidades un tipo reducido de IVA en el suministro de electricidad para los regadíos, son otras de sus propuestas.