El Gobierno de Rodríguez Zapatero dio luz verde al primer desembalse para riego procedente de la cabecera del Tajo desde mayo, dentro de una sequía que sigue marcando récords: en los 28 años de funcionamiento del acueducto la cuenca del Segura nunca había recibido tan poca agua a estas alturas del ejercicio hidrológico.
Como estaba previsto, el Gobierno central también ha autorizado 11 hm3 para los abastecimientos de febrero de 2,5 millones de habitantes de Murcia, Alicante y Albacete; así como de varios municipios de Almería oriental.
El presidente del Sindicato de Regantes del Tajo-Segura, Francisco del Amor, quiere que el agua autorizada se envíe lo antes posible al Segura, en lugar de esperar a final de mes, como proponen los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente. La cantidad de 11 hm3 (9,54 en destino) es muy inferior a lo solicitada para febrero, que sumaba 24 en origen. Del Amor explicó ayer a esta Redacción que las 80 comunidades de regantes sólo podrán disponer de 80 a 90 m3 por hectárea, cuando la media mensual supera los 400 m3.
‘La decisión que ha tomado el Gobierno demuestra que el Trasvase sigue vivo, que es lo que venimos manteniendo. Con esto intentaremos solucionar algo, pero estamos en la UCI, alargando la agonía que padecemos’, declaró Del Amor.
Confía en que la próxima reunión de la Comisión, dentro de un mes, la situación de los embalses de la cabecera sea distinta y se puede derivar más agua, ya que el Sindicato Central mantiene su petición de 60 hm3 para tres meses de riego. ‘Esperamos que se rompa la famosa barrera que deja la decisión en manos del Consejo de Ministros -que decide cuando hay menos de 460 hm3 almacenados, según la época del año. De esta forma dejaremos de depender de decisiones políticas y funcionará la regla técnica de explotación como marca la ley’.
Los regantes del Trasvase afrontan el tercer año de sequía, y sienten que se ven obligados a sobreexplotar los pozos para compensar en parte el agua que no reciben del Tajo. De esta forma, están extrayendo entre 800.000 y 900.000 m3 cada semana con los sondeos abiertos en la cuenca del Segura: casi 30 hm3 por mes.
El Sindicato tiene pendiente además la compra de 31 hectómetros a los agricultores de Estremeras (Madrid), que ceden sus concesiones del Tajo para este año.
De la Vega: ‘No es fácil’
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aludió ayer a la solidaridad entre las regiones y al equilibrio de sus intereses para justificar el envío autorizado por el Consejo de Ministros.
Recordó que desde mayo no se había aprobado ningún desembalse para regadíos debido a la ‘delicada’ situación de los embalses de cabecera. Añadió que el agua se enviará a finales del mes, que será cuando más falta haga para mantener el arbolado, ya que en la actualidad la humedad del suelo debido a las recientes lluvias permiten un margen de tiempo.
Reconoció que estas decisiones, que afectan a dos o más comunidades, ‘no son fáciles’, y agregó siempre ‘primaremos el interés general y lo armonizaremos en equilibrio con los intereses de los territorios’. Agregó que el Gobierno mantiene su esfuerzo inversor y de gestión para evitar cortes de suministro de agua a las ciudades de la Comunidad Valenciana y Murcia, ‘que sufren el tercer año de sequía’.
Los regantes recibieron el pasado año hidrológico 38 hm3 en dos riegos de socorro autorizados en diciembre y mayo. La situación ahora en la cabecera del Tajo es similar, ya que las reservas alcanzan los 306 hectómetros, 66 por encima de la barrera que impide desembalsar agua. Conforme avanza la sequía se pulverizan los registros, ya que no se conoce una situación similar en la zona de cabecera desde el año 1912.