La inauguración del trasvase del Ebro a Cantabria por parte de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha hecho saltar chispas, especialmente entre los regantes valencianos y en las filas del PP.
La titular de Medio Ambiente, como publicó ayer LAS PROVINCIAS, presidió la puesta en marcha de la conducción, que parte del embalse de Reinosa y lleva el agua hasta el litoral. El Ministerio ha justificado el proyecto amparándose en la masiva afluencia de turistas en verano.
Andrés Martínez, vicepresidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunitat, se alegró de que empiece a funcionar un nuevo trasvase en España. ‘‘Un trasvase siempre es positivo. Ahora, que se construyan los que hagan falta, que no haya dos varas de medir, porque con nosotros la hay. Nosotros necesitamos el trasvase del Ebro’’, indicó.
Martínez criticó la ‘‘discriminación a la que la ministra nos somete’’. El vicepresidente de este organismo indicó que si los receptores de la transferencia hídrica viven en Andalucía, ‘‘no hay problema, narbona hace el trasvase Almanzora-Negrantín. Si vives en Cantabria, tienes un trasvase del Ebro, pero si vives en la Comunitat, te hace la vida imposible con el acueducto Tajo-Segura, te pone imposible el Júcar-Vinalopó y enfrenta territorios. Y del trasvase del Ebro, más vale que te olvides’’.
‘‘Seguro que en Cantabria no habrán repartido botellines de agua del Ebro como aquí han repartido de desalinizadora’’, señaló Andrés Martínez.
El conseller de Medio Ambiente, Josá Ramón García Antón, en la línea de los regantes, indicó que el Gobierno de Zapatero tiene dos varas de medir.
‘‘Por una parte en la Comunitat, donde siempre nos aplica lo más complicado, lo más perjudicial para los valencianos y por otra parte, vemos cómo en la puesta en funcionamiento del trasvase del Ebro a Cantabria se cumple el Plan Hidrológico Nacional que se suspendió sólo en la Comunitat’’, indicó.
La diputada María Ángeles Ramón-Llin, portavoz del PP en la comisión de Medio Ambiente del Congreso, aseguró que hoy va a solicitar la comparecencia de la ministra Cristina Narbona en la Cámara Baja para que explique si su política hídrica ‘‘se basa en repartir botellines de agua por las playas de la Comunitat y de Murcia’’.
Ramón-Llin, después de que la ministra inaugurase la conducción Ebro-Cantabria, también reclamará en esa solicitud de comparecencia que Narbona explique, dentro del apartado de política hídrica, cuál va a ser de ahora en adelante la línea que seguirá respecto a los trasvases.
‘‘Lo curioso es que se justifique por el turismo el trasvase Ebro-Cantabria. ¿El agua de un trasvase del Ebro para el turismo de Cantabria sí y para el de la Comunitat, cuyo modelo ha criticado Narbona, no?’’, reflexionó la diputada.
Ramón-Llín señaló que la actual ha sido una legislatura perdida en política hídrica, ‘‘en la que se ha demostrado el fracaso del programa Agua’’.
Una desvergüenza
Pero estas no han sido las únicas voces críticas que se lanzaron ayer contra la ministra de Medio Ambiente. El secretario general del PP de la Comunitat, Ricardo Costa, aseguró que es ‘‘una desvergüenza que Narbona defienda un trasvase del Ebro a Cantabria cuando lo ha boicoteado para la Comunitat’’ y donde los embalses se hallan al 80% de su capacidad.
Costa indicó que la ministra ‘‘ha autodestruido su propio discurso del agua’’ y que su actitud es caciquil e infame.