E l presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Juan José Moragues, anunció ayer que debido a la intensidad de las lluvias de los últimos treinta días la Comunidad Valenciana puede estar saliendo del ciclo seco que comenzó en 2005, pero reclamó, no obstante, una «gestión cautelosa» de los caudales de los ríos, pese a que la situación «es bastante mejor que la del año pasado». Según los datos de la Confederación del Júcar, los embalses de la cuenca almacenan esta semana un total de 617 hm 3 , lo que supone el 18,4% de su capacidad. Los tres pantanos del Júcar en Alicante -Beniarrés, Amadorio y Guadalest- embalsaban ayer 37 hm 3 , sobre una capacidad total de cincuenta y seis. La buena situación del Júcar contrasta con la del Segura -el presidente fuentes Fuentes Zorita ya ha advertido de que la sequía continúa- y la de los embalses de cabecera del Tajo -Entrepeñas y Buendía-, punto donde arranca el trasvase Tajo-Segura, que contienen 359 hm 3 , ciento diecinueve sobre la reserva estratégica a partir de la cual no se puede enviar agua a la provincia.
Moragues, apuntó que «da la impresión» de que la Comunidad Valenciana «está saliendo de un ciclo hídrico seco» pero que requiere una «gestión cautelosa» de los caudales de sus ríos. El presidente de la CHJ realizó estas declaraciones durante un seminario sobre el cambio climático y agua que se celebra en la Universidad Politécnica de Valencia. Moragues admitió que «hasta el momento, el otoño es lluvioso y húmedo» pero «como suele ocurrir en el Mediterráneo, llueve muy fuerte en la costa y las tormentas no llegan más allá de 10 ó 15 kilómetros hacia el interior».
Acuatasa Por otro lado, Moragues recordó sobre los costes del agua, que «el 98% de un recibo del agua en cualquier ciudad de la Comunidad se paga al Ayuntamiento y al Gobierno autónomo», mientras que «el Ministerio de Medio Ambiente recibe tan sólo 0,2 céntimos de euro por cada metro cúbico de agua». Por tanto, el ministerio «no tiene ni competencias ni capacidad» en un tema «transferido en su gestión» como éste. Respecto a la posibilidad de establecer una «acuatasa» dijo no haber oído a nadie hablar en el Gobierno de España sobre ello. De esta forma, Moragues seguía el guión impuesto por la ministra Cristina Narbona que la semana pasada tuvo que corregir la propuesta lanzada por técnicos del Ministerio durante una jornada celebrada, precisamente, en la sede de la Confederación del Júcar.
Por otro lado, el director del Instituto Tecnológico del Agua, Enrique Cabrera, y el director del Centro de Estudios Hidrográficos, Juan Manuel Ruiz, coincidieron en afirmar que «hay signos claros» de que el cambio climático es real y previeron que, como consecuencia, se espera «un descenso de las precipitaciones medias en la Comunidad y un aumento de temperaturas». Cabrera subrayó que «en la ONU, 2.000 científicos de todo el mundo tienen consenso absoluto en los grandes signos del cambio climático». De hecho, «se está experimentando una disminución en la masa de hielo en la tierra, el Polo Norte ha tenido el mínimo histórico hace un mes» y se prevé «un crecimiento de las temperaturas».
Manuel Ruiz descartó los trasvases y la desalación como soluciones a la falta de agua. Sobre los primeros dijo que «llevan aparejados problemas sociales, políticos y un escenario vulnerable también en otras cuencas de donde se quiere traer agua, pues también van a estar impactadas por el cambio climático». A su vez, la desalación tiene el «riesgo de que hace depender el consumo del agua de un consumo eléctrico intensivo». Este experto apeló a la mejora del aprovechamiento de los recursos actuales.
Adena solicitó ayer a la Generalitat que revise los planes de ordenación urbanística del litoral con el fin de evitar que se repitan en un futuro los impactos de las avenidas por lluvias torrenciales en las miles de viviendas que ocupan cauces.