La escasez de agua puede seguir dando problemas en España. El director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, aseguró ayer que la sequía «no se ha acabado aún», y matizó que aunque es improbable que se produzcan restricciones de agua para consumo doméstico este verano, no se descartan en los regadíos de las cuencas hidrográficas más afectadas, como Júcar, Segura o Guadalquivir.
Durante su intervención en el Foro Internacional de la Sequía, que se celebra estos días en Sevilla, Palop lamentó que pese a las últimas lluvias, afirmaciones sobre el fin de los problemas de escasez de agua «no son ciertas y afectan a la sensibilidad de los ciudadanos», algunos de los cuales «lo están pasando mal y van a tener importantes restricciones en el abastecimiento para sus recursos económicos este verano». En concreto, se refirió a cuencas como las del Júcar, del Segura y del Guadalquivir, que están en una situación delicada en esos momentos «porque se encuentran en emergencia o prealerta», por lo que auguró que en otoño «habrá que mirar de nuevo al cielo y esperar que llueva y en abundancia».
Tras recordar que estas restricciones para el regadío se han logrado consensuar entre los agentes «sin tensiones sociales ni territoriales importantes», el responsable de Medio Ambiente destacó la gestión llevada a cabo desde el ministerio para planificar y actuar con antelación, acometiendo obras de emergencia que paliasen la falta de agua y que han equiparado a nuestro país con regiones como California o Australia, con sistemas que permiten conocer la situación de cada región y decidir qué intervención llevar a cabo.
Así, la actual es la primera sequía que se afronta en España sin que se produzcan restricciones significativas para el consumo urbano, y alabó la «madurez» de la sociedad española, que ha logrado ser capaz de ahorrar más de un 10% de su consumo urbano de agua al concienciarse de la existencia de una situación de sequía.