MADRID. El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, explicó ayer que la III Conferencia de Presidentes concluyó con un «acuerdo muy mínimo» sobre agua porque él se opuso «frontal y radicalmente» a la exigencia de los presidentes del PP de que «se hablara en términos de santificar y eternizar el trasvase Tajo-Segura».
En rueda de prensa en el Senado tras una reunión a puerta cerrada que finalizó en torno a las 21.00 horas, Barreda señaló que el único acuerdo en la materia fue la creación de una Conferencia Sectorial específica, y achacó la falta de más avances a que los presidentes del PP rechazaran la cogestión autonómica del agua.
Barreda valoró, sobre todo, la creación de un consejo formado por cuatro presidentes -del que él formará parte junto a los de Andalucía, Manuel Chaves; La Rioja, Pedro Sanz; y Madrid, Esperanza Aguirre- que se encargará de elaborar el programa de funcionamiento interno de la venidera Conferencia de Presidentes, que se centrará en el cambio climático.
El presidente castellano-manchego reconoció haber ejercido una «negativa frontal» que impidió el consenso debido a la «condición «sine qua non»» impuesta por los presidentes del PP sobre la referencia al trasvase Tajo-Segura, ya que existía una «profunda y cualitativa discrepancia».
Negativa de Murcia y Valencia
En sentido inverso, Barreda también manifestó que para el consenso a la propuesta del Gobierno de aumentar la coparticipación autonómica en la gestión del agua tan sólo faltó que se aunaran dos comunidades autónomas (Murcia y Valencia), estando la «inmensa mayoría» de las otras a favor.
Así, dijo que le parecía «muy duro» que un presidente autonómico pueda negar algo tan acorde con el Estado de las autonomías y señaló que quienes se oponían no han dado «ningún razonamiento convincente» contra la corresponsabilidad en la gestión del agua.
«No hemos retrocedido ni un sólo milímetro» en la «reivindicación histórica de Castilla-La Mancha», enfatizó Barreda para exponer que la falta de un importante acuerdo en la Conferencia en materia de agua no le ha «extrañado» porque conocía la postura de Valencia y Murcia.
Reiteró la «imprescindible» necesidad de que Castilla-La Mancha adquiera competencias sobre recursos hídricos que completen las que tiene en urbanismo, medio ambiente, vivienda, agricultura u ordenación del territorio, para ejercer éstas «coherentemente», y auguró que la cogestión será una realidad «más pronto que tarde».
Preguntado acerca de su supuesta negativa a que en las conferencias sectoriales de agua se aborde el tema de los trasvases, Barreda señaló que él no se opondrá y que le ha parecido entender que el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, quería esto y que para él «tanto mejor».
Barreda explicó de forma somera los acuerdos en materia de inmigración, como la creación de otra Sectorial en esta materia, o el documento sobre investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) aprobado.
El documento sobre I+D+i para Castilla-La Mancha «es muy importante, no es baladí», dijo Barreda antes de explicar que el montante que corresponda a la región lo destinará al centro de investigación en hidrógeno de Puertollano y en los centros de energía solar fotovoltaica de concentración.