Por primera vez, la población de la Región de Murcia y de Alicante necesita menos agua de la cabecera del Tajo debido a la progresiva puesta en marcha de las desalinizadoras. La contrapartida es que el agua saldrá cada vez más cara para las familias. La Mancomunidad de los Canales del Taibilla solicitó ayer 22 hectómetros cúbicos en la reunión de la Comisión Central de Explotación del Acueducto celebrada en Madrid. Este volumen, aprobado ayer, supone casi la mitad de las asignaciones trimestrales que ha venido necesitando la Mancomunidad para atender a una problación de 2,5 millones de personas. El nuevo debate que se abre ahora es si los caudales del Tajo que deje de consumir la población beneficiarán o no finalmente a los regantes del Segura.
La Comisión también aprobó una derivación de 2,5 hectómetros para los abastecimientos de Almería; así como un desembalse de 20 hectómetros para los regadíos del Segura, con el consiguiente enfado del representante de Castilla-La Mancha. Éste se negó en redondo a que se envíen excedentes para los cultivos.
La Comisión estuvo presidida por la directora general del Agua, Marta Moren. El director técnico de la Mancomunidad, Joaquín Salinas, explicó ayer que es la primera vez que solicitan una cantidad tan baja para el próximo trimestre. Se irá reduciendo más conforme se incremente la produción industrial de agua desalinizada. La asignación máxima del Tajo para la población es de 151 hectómetros en origen.
El secretario general del Sindicato Central de Regantes del Trasvase, José Manuel Clave consideró que la cantidad propuesta se queda corta a la vista de las existencias en los pantanos, que alcanzan los 311 hectómetros.