La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reconoció en una entrevista concedida a La Verdad que durante esta legislatura se hablará «y mucho» del trasvase Tajo-Segura, del que aseguró que «tendrá mucho peso» durante los próximos cuatro años.
Para Narbona, el trasvase tendrá un «peso relevante» en las relaciones que mantenga el próximo Gobierno con las autonomías afectadas (entre ellas con Castilla-La Mancha). «Es un gran desafío porque requerirá de cierta arquitectura política», admitió la todavía ministra de Medio Ambiente, que reconoce que no tiene claro su permanencia en el nuevo Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. «Todos sabemos cómo están las cosas -remarcó- y no voy a pronunciarme más sobre este asunto, eso será cosa del siguiente gobierno». La ministra admitió que tanto Zapatero como De la Vega han sido «muy explícitos» sobre la continuidad del trasvase «por lo que necesitará una tarea fina y delicada» y habrá que buscar soluciones «con imaginación, ganas de resolver los problemas y contando con los gobiernos autonómicos implicados».
Narbona aseguró que todos los estudios que maneja su departamento indican que los caudales de todos los ríos españoles se verán afectados por el cambio climático, «habrá menos caudales pero una mayor exigencia desde el punto de vista medioambiental». Por ello, abogó por buscar soluciones consensuadas con la agricultura y puso como ejemplo la reducción del uso de los acuíferos que se llevará a cabo en Castilla-La Mancha en el marco del Plan del Alto Guadiana.
Para la ministra de Medio Ambiente, con el PP se trasvasaba más agua a Murcia desde la cabecera del Tajo «porque había más recursos, pero ahora llevamos tres años de intensa sequía». Afirma que cuando no llueve y si se depende sólo del Tajo-Segura, «no se puede condenar a la agricultura, a que esté a expensas de que llueva o no».
Acusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre de «insolidaria» cuando dice que si se hubiera hecho el trasvase del Ebro se habría acabado el del Tajo-Segura.
«El panorama en la cabecera del Tajo es muy difícil», concluyó Narbona la entrevista.