La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, afirmó ayer en Benidorm que la legislación vigente «no contempla ninguna fecha de caducidad para el trasvase Tajo-Segura», al ser preguntada en relación con un hipotético final de este trasvase planteado desde Castilla-La Mancha para 2015.
Narbona hizo estas declaraciones a los periodistas tras inaugurar la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Benidorm, junto al conseller de Infraestructuras y Transporte, José Ramón García Antón, y el candidato del PSPV-PSOE a la Presidencia de la Generalitat, Joan Ignasi Pla.
Con anterioridad, la titular de Medio Ambiente reiteró el compromiso del Gobierno con el trasvase Júcar-Vinalopó, del que dijo que estará terminado a finales de 2008, después de la modificación del último tramo del trazado cuyas obras comenzarán a finales de febrero.
Narbona, durante su visita a las obras de la depuradora de Novelda (Alicante), ubicada en el término municipal de Monforte del Cid, dijo que las obras del trasvase «están muy avanzadas» y hay varios tramos a punto de concluir. Explicó que con el trazado nuevo «hay una aportación de agua más importante que con el anterior» y destacó que «los regantes no tendrán que poner un euro hasta que reciban el agua». Por ese motivo, confió en que se «superen los desencuentros que se han producido y que se pueda aprovechar esta enorme inversión del Estado en beneficio de los ayuntamientos y de las comunidades de regantes».
Llamamiento a la Generalitat
En ese sentido, pidió a la Generalitat que, «más allá de las tensiones preelectorales que, en ocasiones, hacen decir cosas que no benefician a los ciudadanos», piense «en los regantes y los ayuntamientos». La ministra señaló que algunos usuarios y ayuntamientos ya han mostrado su interés por recibir el agua de este trasvase y se mostró convencida de que tras los comicios de mayo se abrirá «un periodo de calma para cerrar acuerdos», como el que ya se ha firmado con una comunidad de regantes.
Por su parte, el conseller de Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón, consideró que el agua del actual trazado del trasvase del Júcar-Vinalopó «sólo será para regar las calles porque no puede utilizarse para otra cosa», al tiempo que insistió en que no tiene ningún sentido tal como se plantea, «sin ningún consenso, sin usuarios y presionando a ayuntamientos para que digan que sí».
El conseller, que hizo estas declaraciones en su visita a la estación depuradora de aguas residuales de Novelda, reiteró que los regantes no quieren este trasvase y «lo han demostrado de todas las maneras posibles».