‘‘Cualquier reivindicación de Castilla-La Mancha es como una orden para el Ministerio de Medio Ambiente’’. Esta frase de tintes lapidarios salió ayer de los labios del conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón, para referirse a la futura composición de la demarcación hidrográfica del Júcar, porque tal y como la ha diseñado la ministra Cristina Narbona, Castilla-La Mancha ganará protagonismo y poder de decisión sobre la cuenca del Júcar en detrimento de la Comunitat Valenciana.
No obstante, la representación que tenga la Comunitat en el consejo del agua de la futura demarcación del Júcar todavía va a ser mayoritaria. No obstante, la población de toda Castilla-La Mancha no llega a los dos millones de habitantes y la valenciana asciende a 4,5 millones.
García Antón reconoció que la representación valenciana será del orden ‘‘de dos tercios, entre un 60 o un 65% de representantes de la Comunitat y un 30 o 35% corresponderá a los castellano manchegos’’.
Actualmente la proporción es del 80% de valencianos y 20% de manchegos.
Esta representación es clave de cara a las decisiones que se adopten en la revisión del plan de cuenca del Júcar, que se iniciará en 2008 y, en teoría, debe de estar finalizada en 2009.
Esta revisión del plan de cuenca sólo se ejercerá en aquellos ríos de la actual Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que discurran por más de una comunidad autónoma, y el plan se abordará en el conjunto de estos ríos, no por separado, según declaró ayer el presidente de este organismo estatal, Juan José Moragues.
Cuencas intracomunitarias
Respecto a los otros ríos, los que nacen y mueren dentro del territorio valenciano, tendrá que asumir su gestión la Generalitat. ‘‘Evidentemente, no podemos planificar sobre estos ríos’’, indicó Moragues.
‘‘Hemos solicitado a la Generalitat hasta 20 veces por carta que se hagan cargo de sus cuencas pero no hemos tenido respuesta. También hay que entender que estos son malos momentos. Pasada la época electoral será cuestión de pocos meses’’, puntualizó el responsable de la CHJ.
‘‘No tenemos inconveniente en asumir nuestras competencias, pero antes, el Ministerio y nosotros tenemos que sentarnos y definir las cuencas y el litoral. El Ministerio tiene nuestras propuestas’’, contestó García Antón.
‘‘Es verdad que hay una sentencia del Supremo (dictada en 2005) que obliga a separar las cuencas intercomunitarias de las intracomunitarias. Pero el Ministerio de Medio Ambiente ha tenido tiempo de sobra para solventar los problemas legales con un decreto y no tener que separar la gestión de las cuencas’’, según afecten a una sola autonomía o a más de una. Cierto es que los ríos y barrancos que gestionará la Generalitat aportan poca agua.
Para preparar esos trabajos la CHJ ha juntado a 37 personas, con representación paritaria entre miembros de Castilla-La Mancha y la Comunitat. Su objetivo es preparar un plan de recuperación del río Júcar. Los documentos que preparen sobre calidad de las aguas, aumento de caudales, restauración de ecosistemas, protección frente a riadas y revalorización sociocultural, serán la base para debatir sobre el nuevo plan del Júcar.