L a ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, optó ayer por rectificar y enmendar la plana a sus técnicos y a la Confederación del Júcar, asegurando que la propuesta para crear una tasa que grave el consumo de agua en el sector turístico no está ahora sobre la mesa. De esta forma, la responsable de la política hídrica del Gobierno central, la ministra más cuestionada en Alicante, trataba de amortiguar la catarata de críticas que le llovieron desde el sector turístico de la Costa Blanca y el PP tras hacerse público el contenido de un informe realizado por sus técnicos en el que se apuesta porque hoteles y propietarios de la denominada segunda residencia -vivienda turística- paguen más cara el agua que consumen.
Narbona decidió no airear más una nueva polémica abierta desde su Ministerio -hace dos semanas vinculó al desarrollo urbanístico de la Comunidad Valenciana con las inundaciones en la Marina Alta- y subrayó desde Madrid que el debate sobre la «acuatasa» no está abierto. La ministra eludió, sin embargo, comentar el contenido del informe de sus técnicos y dijo que será en el ámbito de la planificación hidrológica de cada cuenca en el que se analizarán las medidas para cumplir la exigencia europea de acercar el precio del agua a sus verdaderos costes.
La patronal hotelera de la Costa Blanca -Hosbec y Asociación Provincial- rechazó, por su parte, con contundencia la propuesta lanzada por el Ministerio de crear un tasa de agua especial que grave el consumo hídrico del turismo, en concreto de los hoteles y la segunda residencia, tal como figura en el estudio «El uso del agua en la economía española. Situación y Perspectivas», hecho público el miércoles en una jornada celebrada en la Confederación Hidrográfica del Júcar donde el propio presidente, Juan José Moragues, llegó a revelar la existencia de un «turismo depredador» que consume social, económica y medioambientalmente los recursos no renovables. Pere Joan Devesa, presidente de Hosbec -asociación que gestiona 43.000 plazas hoteleras en la Costa Blanca- tildó la idea de «absurda e irresponsable» y cuestionó que «independientemente de que se lleve a efecto el ruido es malo y puede tener efectos negativos en un sector que sólo en la provincia de Alicante genera miles de millones de euros a las arcas del Estado». Javier Luri, presidente de la Asociación Provincial de Hoteles -diez mil plazas- y circustancialmente de la Federación Valenciana, consideró «injusto este nuevo ataque al sector hotelero apoyado en unos datos de consumos de agua que no sabemos ni de dónde los ha sacado el Ministerio. A veces pienso que los técnicos de Medio Ambiente en vez de trabajar para la ministra, trabajan contra la ministra».
El planteamiento de Medio Ambiente -matizado ayer por la propia ministra- llega, además, en un momento de recuperación del turismo de la Costa Blanca, uno de los «motores» económicos de la provincia que, además, se ha salvado de la crisis hipotecaria que sacude a la construcción. «No me explico cómo pueden lanzarse propuestas como la de crear una tasa para el agua que consumimos cuando va en contra, además, de la competitividad de un sector estratégico para la provincia y España y en plena lucha con destinos como el Caribe, Túnez, Marruecos donde todo son facilidades. Aquí nos quieren freír con una nueva tasa, cuando las empresas pagamos más impuestos que la media de la UE».
El presidente de Hosbec negó, por otro lado, que los hoteles derrochen agua. «Somos pioneros en fomentar un consumo responsable e invito a quien quiera a visitar los establecimientos. Además, si tanto consume el turista español que viene a nuestros hoteles, por qué no nos trasvasan el agua que deja de utilizar en su ciudad y lo mismo pasa con el turismo residencial, el que se aloja en una vivienda aquí, dejará de consumir agua allí».
Pere Joan Devesa recordó que Benidorm tiene congelado el consumo hídrico -12 hm 3 al año- desde hace varias temporadas «y seguimos creciendo en pernoctaciones». También lanzó otra reflexión: «Han hecho los técnicos del Ministerio un estudio sobre el coste que puede acarrear para los hoteles que ya trabajamos con los precios ajustados la nueva tasa, los puestos de trabajo que perderían en el caso de que dejaran de venir turistas; ¿tienen pensado un alternativa ».
Por su parte, Javier Luri, subrayó que «los hoteleros hemos sido pioneros en implantar medidas para proteger el medio ambiente en nuestros establecimientos y, además, el debate del agua no existe en el turismo porque los propios turistas son muy respetuosos con el medio. Sólo falta ya que se pongan trabas a la única industria que funciona bien ahora mismo».
El «lobby» empresarial Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) alertó ayer de una posible ralentización de la actividad turística de cara al cierre del año, que contrastaría con el repunte que ha protagonizado este verano debido al buen funcionamiento principalmente de los destinos urbano. Exceltur estimó en su informe de coyuntura que este año se alcanzarán los 60 millones de turistas extranjeros al finalizar el año, aunque subrayó que no serán suficientes para incrementar los ingresos en términos reales que revierten a España, que se mantendrán «en el mejor de los casos» o caerán un 0,3%.
Por lo tanto, según Exceltur la mayor llegada de turistas extranjeros y el estancamiento previsto de sus ingresos en términos reales provocará «un año más» que el ingreso medio por cada turista extranjero, descontada la inflación, vuelva a reducirse esta vez en un 3% hasta los 622 euros.
Las expectativas para el cuarto trimestre del año de los empresarios turísticos también son cautelosas. El 48% de los empresarios espera mantener sus beneficios entre octubre y diciembre, mientras que un 25,5% descuentan caídas y un 26,5%, moderados crecimientos. De momento, el invierno se presenta favorable para la Costa Blanca.