La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró hoy que el «rigor» y la «prudencia» con que el Gobierno ha administrado los embalses de la cabecera del Tajo han permitido garantizar el agua de abastecimiento «desde el principio de esta sequía» en las cuencas del Tajo, Júcar y Segura.
Narbona, quien visitó las obras de construcción de la presa de Ibiur en Baliarrain (Guipúzcoa), admitió, en declaraciones a los periodistas, que la denegación de aportaciones de agua para regadío desde la cabecera del Tajo «ha causado en muchos momentos tensiones» con la Comunidad Valenciana.
«Pero es verdad que, si no nos hubiéramos negado a esos desembalses, seguramente hace bastante tiempo que no se podría trasvasar ya absolutamente nada desde la cabecera del Tajo para abastecimiento», insistió.
Argumentó que en el último año se han aprobado muy pocas aportaciones de agua para regadío y que, como alternativa, el Gobierno ha «regulado la posibilidad de cesión de derechos de agua desde regantes de la cuenca del Tajo a la del Segura», lo cual «ha permitido, al menos, la supervivencia de los cultivos leñosos del Segura, que es un objetivo prioritario».
La ministra, quien señaló que su departamento debe equilibrar las reivindicaciones de las comunidades autónomas con la defensa del interés general, envió un mensaje de «tranquilidad» al gobierno castellano manchego «porque es verdad que lo que se destina a regadío» se emplea en «explotaciones agrarias de alto valor añadido» que habrían recibido mucha más agua de los embalses de la cabecera del Tajo en los dos últimos años si las condiciones hidrográficas hubieran sido mejores.