La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, reclamó ayer la implicación de Murcia y la Comunitat Valenciana en materia de agua y consideró “muy difícil de explicar” que tras las elecciones “se insista en una línea de amenaza y de ruptura de la lealtad institucional y de sus ciudadanos”.
La ministra puso de relieve que muchas de las obras del programa Agua están ralentizadas o incluso amenazadas de suspensión por la actitud de algunas administraciones autonómicas. El programa Agua es la alternativa creada por el actual Gobierno al derogado trasvase del Ebro. Las obras encaminadas a traer agua a la Comunitat y a Murcia se basan en la construcción de plantas de desalinización de agua de mar.
Narbona insistió en la responsabilidad, ya que “estamos tratando de resolver problemas de los ciudadanos” de la Comunitat Valenciana y de Murcia, regiones en las que se ha concentrado en los últimos tres años el mayor incremento de la inversión del Gobierno en política de agua.
Subrayó que el Gobierno no está castigando a ningún territorio, sino todo lo contrario, trabaja para superar carencias graves en materia de agua.
Durante su intervención en el Foro Cinco Días , Narbona realizó un repaso de la actividad legislativa de su Ministerio, que mañana elevará al Consejo de Ministros el décimo proyecto de ley para su aprobación, el de Biodiversidad y Patrimonio Natural.
El mismo día el Gobierno aprobará también el Plan Nacional de Calidad de las Aguas, que prevé unas inversiones de 20.000 millones de euros entre 2007 y 2015, una parte de la cual será “inversión pública dura y pura”.
La ministra consideró que igual que se trabaja para que las cuentas del Estado tengan superávit, “un ministerio de Medio Ambiente tiene que tender a un superávit ambiental en nuestro país, cosa que no es una utopía y que podemos hacer”.
Defendió que las autonomías tengan “un peso proporcional” en las Demarcaciones Hidrográficas