La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, dijo hoy que los acuerdos en gestión de agua alcanzados por España y Portugal tras años de ‘tensiones’ demuestran que es ‘posible’ un pacto político sobre el agua en España, que incluya a todas las cuencas y atienda las necesidades de cada comunidad.
Su homólogo portugués, Francisco Nunes, coincidió con Narbona y añadió que la actual relación entre Portugal y España en gestión de cuencas fluviales es ‘ejemplar’ y su acuerdos sobre recursos hídricos son ‘lecciones para dar al mundo’.
En conferencia de prensa con motivo de la inauguración de la Semana del Agua, que se celebra en Santander y que se dedica hoy a la cooperación en esta materia entre España y Portugal, Narbona dijo que con ‘voluntad política’ es posible gestionar adecuadamente los recursos hídricos con las autonomías y con otros países y adaptarse incluso a los principios que fijan las normas comunitarias.
Nunes recordó que en los últimos años ha existido entre España y Portugal ‘una gran capacidad para comprender y aceptar’ los problemas de sequía y grandes inundaciones que han registrado ambos países, por lo que coincidió con Narbona en la importancia de la gestión ‘participada’ en esta materia.
Todos los ríos españoles, excepto el Ebro y el Guadalquivir, son compartidos con Portugal, lo que refleja ‘la necesidad’ de la gestión conjunta y sostenible entre ambos países tanto desde el punto de vista ecológico, para el mantenimiento de las cuencas, como desde la utilización del agua para el consumo de los ciudadanos, explicó Narbona.
Además, recordó que estas cuencas compartidas representan el 45 por ciento del territorio español y el 64 por ciento del portugués, por lo que abogó por el lema de la Semana del Agua de Santander: ‘El Agua: Una Responsabilidad de todos’.
Narbona explicó que el trabajo conjunto con Portugal también se dedica a la mejora de la gestión del agua en América Latina y de la calidad del agua en los países de la región.
La ministra aprovechó la inauguración de la Semana del Agua para hacer balance del modelo de gestión de recursos hídricos desarrollado por su Ministerio en los últimos cuatro años, que ha permitido la ‘transición’ del ‘viejo modelo’, basado en la construcción de obras hidráulicas, a una política ‘que pone el énfasis de manera preferente en la buena gestión del recurso y en el control público del uso y de la calidad del agua’.
Recordó que la responsabilidad de las cuencas fluviales es del Gobierno central, pero destacó el trabajo llevado a cabo para que las autonomías tengan ‘más participación y más corresponsabilidad’ en la gestión hídrica y para abandonar el modelo ‘claramente centralista’ de las confederaciones hidrográficas.
Según la ministra, estos organismos se han ido ‘abriendo cada vez más a la cogestión y la participación con las comunidades autónomas, que tienen importantes responsabilidades en materia ambiental, de vertidos a la costa, de ordenación del territorio, y de política de regadíos’.
La sequía del ejercicio 2004-2005 ‘ha marcado esta legislatura’, dijo Narbona, quien destacó la mejora de la situación este año en el Norte y en la cuenca del Duero, aunque reconoció que continúa en el Sur, el Este y el Levante español. ‘Así de plural y diversa es España’, apostilló.
Aun así, dijo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha conseguido en estos cuatro años evitar restricciones de agua en las ciudades españoles y garantizar el suministro en un periodo de sequía ‘mucho más grave’ que hace catorce años, cuando recordó que doce millones de personas sufrieron cortes de agua.
Destacó también las ayudas concedidas a la agricultura, por ser uno de los sectores más afectados por la sequía, y el avance en la planificación de las cuencas para la adaptación de éstas antes de 2009 a la legislación europea.
En cuanto a normativa en materia de agua, Narbona reconoció que en esta legislatura ‘no hay ya tiempo’ para aprobar la anunciada Ley del Agua, que será un compromiso del PSOE para los próximos cuatro años.
Sí apuntó a otras materias reguladas en esta legislatura sobre medioambiente, que también afectan al medio hídrico, como la modificación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional, la normativa sobre garantía de acceso a la información, participación y justicia o programas de calidad de agua y de tolerancia cero en materia de vertidos.
‘Ha sido una legislatura muy densa en materia de política del agua’, concluyó.