El consejero de Industria, Energía y Medio Ambiente, José Luis Navarro, señaló esta mañana que la repercusión media que la subida del precio de la electricidad, a partir del próximo 1 de octubre, tendrá sobre los bolsillos de los consumidores será de 1,7 euros al mes.
«Es muy difícil cuantificar en cuánto dinero se traduce la subida para los ciudadanos, ya que hay familias que pagan treinta euros al mes y otras que pagan 300 euros. Pero la estadística dice que la repercusión media será de 1,7 euros al mes», precisó Navarro.
Al principio de sus declaraciones, el consejero explicó que la subida del precio de la electricidad, anunciada para el 1 de octubre, se refiere concretamente a la tarifa de ‘último recurso’, tarifa que tienen más de 27 millones hogares españoles, y que en Extremadura la tienen más de quince mil hogares.
En este sentido, detalló que la subida es del 0,5 por ciento para los que no tienen discriminación horaria y del tres por ciento para los que sí tienen discriminación horaria (un precio diferente según la hora del día).
Así, detalló que la tarifa de último recurso es la suma de dos componentes. Por un lado, una tarifa que la fija el Gobierno, la cual no se ha tocado. Y otro componente a tener en cuenta es el precio de la electricidad en el mercado libre de la misma, donde se hacen subastas, y en la última celebrada, el precio estuvo más alto que hace tres meses.
«Y por eso, a pesar de que el Ministerio de Industria ha congelado la parte de la tarifa que le corresponde fijar, hay otra parte que es el puro mercado, donde si sube el precio de la electricidad, se traduce en una subida al consumidor», matizó Navarro.
Sin embargo, esta subida de la luz a partir del 1 de octubre no afectará a aquellas familias que tienen contratado el bono social, que en Extremadura sobrepasa los cien mil hogares.
NO AFECTA A LOS REGANTES
Asimismo, Navarro aseguró que esta subida de la electricidad no afectará a los regantes, ya que la tarifa que se incrementa es la de ‘último recurso’, que es sólo para consumos con una potencia máxima de diez kilowatios, y los riegos, en su inmensa mayoría, están fuera de esa tarifa.
«Sí es cierto que desde que se ha producido la liberalización del sector eléctrico, hay una queja por parte de los regantes sobre que la repercusión del coste de la electricidad les es difícilmente soportable. Y en esta línea, vienen trabajando los Ministerios de Industria y de Agricultura, con el fin de buscar algún mecanismo que permita la viabilidad de las explotaciones agrícolas de regadío», concluyó diciendo el consejero.