La confrontación y la bronca entre los diputados del PP y el PSOE se está convirtiendo en una práctica habitual en los últimos Plenos de las Cortes de Castilla-La Mancha, y las acusaciones e insultos se disparan en ambos bandos estando por medio los temas «estrella» de esta legislatura: El agua y los asuntos económicos —CCM, déficit, plan de finanzas…—.
Hace quince días eran las acusaciones de despilfarro al Gobierno de Barreda lo que provocaban que el presidente de las Cortes, el socialista Francisco Pardo, impidiera hablar al diputado popular Marcial Marín.
Ayer el protagonista fue Leandro Esteban que tachó a Barreda de «cobarde», después de que el presidente regional hubiera acusado a los diputados del Partido Popular de «traicionar a esta tierra». El calificativo del diputado popular al jefe del Ejecutivo regional fue considerado como un insulto grave por el presidente de las Cortes, quien instó a Esteban a disculparse. Lejos de hacerlo, el portavoz popular insistió en su argumento, lo que le valió que la presidencia del parlamento le retirara la palabra, tras advertirle hasta en tr
Estrategia preconcebida
Inmediatamente subió al estrado José María Barreda, ante lo cual, todos los diputados del PP, encabezados por María Dolores de Cospedal, salieron del salón de plenos. «Esto es una estrategia preconcebida para que el escándalo sea la noticia y no que, una vez más, Cospedal no defienda el agua de Castilla-La Mancha», indicó el presidente. El mismo argumento que utilizó el portavoz del Grupo Socialista, José Molina, quien lamentó el nuevo «espectáculo» de los diputados del PP «para evitar que la noticia no sea que Cospedal ha estado callada y no ha querido intervenir en la tribuna cuando se estaba debatiendo una ley tan importante para nuestra comunidad autónoma».
Posteriormente, en declaraciones a los medios de comunicación, Esteban insistía en que no iba a tolerar que «Barreda llame traidores a todas las personas que formamos parte del Partido Popular ni, por supuesto, a quienes nos han dado su confianza para que estemos en estas Cortes, los ciudadanos».
Aseguró el secretario de Acción Parlamentaria del PP que Barreda «aburre» con el tema del agua porque desde que es presidente, «lo único que hemos hecho ha sido perder diez años, una financiación que garantizaba el Plan Hidrológico Nacional, el consenso que reinaba en estas Cortes regionales y perder el acuerdo que resolvía el problema del agua en el ámbito nacional. Y todo lo ha hecho él solito».
Texto alternativo
Esteban anunció que el Partido Popular va a presentar un texto alternativo a la Proposición de Ley presentada por el PSOE relativa al agua, «porque creemos en nuestra tierra, porque queremos agua para Castilla-La Mancha, creemos en el derecho preferente de nuestra tierra a utilizar su agua, de manera que genere riqueza para nuestro territorio, porque queremos hacerlo desde el respeto a la Constitución y el acuerdo con los ciudadanos, algo que ya fue posible con el Partido Popular».
También puso en duda las intenciones del PSOE con esta proposición de ley para tramitar en el Congreso, cuando los diputados socialistas por Castilla-La Mancha en la Cámara Baja no han realizado ninguna propuesta sobre este asunto en toda la legislatura, por lo que consideró todo «un engaño».
La aberración de Murcia
El presidente de Castilla-La Mancha fue el encargado de defender la propuesta de Proposición de Ley relativa al Agua para su remisión al Congreso de los Diputados, con alusiones directas a la presidenta del PP, María Dolores de Cospedal, a la que acusó de callar lo que piensa, porque «se pliega a los intereses de su partido y a los intereses de los que mandan en agua que son Camps y Valcárcel».
Precisamente, Barreda consideró «inaceptable» que el Gobierno de Murcia pretenda sentarse en el Consejo del Agua de la cuenca del Tajo y participar como uno más en la elaboración del Plan de cuenca. «Murcia no tiene nada que decir en la planificación y elaboración del Plan Hidrológico del Tajo». Y explicó que no se va a considerar que las aguas del Tajo son también del Segura porque «es aberrante desde el punto de vista ambiental, territorial y político».
También fue crítico con el Partido Popular por comparar las obras de la tubería manchega con el trasvase Tajo-Segura. «Es lamentable que desde dentro de Castilla-La Mancha no se tengan estas cosas claras y no se defiendan los intereses del conjunto de todos los territorios». E insistió en que el agua que llegue a la llanura manchega será para consumo humano, aunque también reivindicó el derecho de los castellano-manchegos a utilizar este recurso para otros fines.