El director general del Agua, Jaime Palop, vaticinó ayer que, pese a que España sufre «la peor sequía de los últimos decenios, superior incluso en intensidad a la de los años noventa», no hay previstas restricciones al consumo humano. Sin embargo, hizo un aviso para navegantes a la agricultura murciana y valencia: «Va a sufrir».
El director general del Agua precisó que la sequía afecta a «prácticamente todo el arco mediterráneo, desde Cataluña hasta Algeciras», además de a la la cuenca del Guadalquivir, la cabecera del Tajo y algunos puntos de la cuenca del Duero. Agregó además que en la Cuenca del Ebro también existe una situación de de abastecimiento en la margen izquierda,
Palop fue explícito a la hora de asegurar que la agricultura de las cuencas del Júcar, el Segura y el Guadalquivir «no van a desarrollar una campaña normal de regadíos». El director general del Agua recalcó que la situación de los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, «no es halagüeña» y. al hilo, recordó que hay aprobado un trasvase al Segura que tiene duración hasta el 31 de marzo, basado en la «prudencia» ya que sólo se autorizó agua para abastecimiento.
Sobre posibles nuevas derivaciones, Palop anunció que hasta primavera no se procederá a su estudio, y que siempre dependerán de las lluvias que se produzcan y su efecto sobre los pantanos de cabecera del Tajo. En cualquier caso, fue contundente al asegurar que la política de Medio Ambiente «siempre ha sido la misma: lo primero es garantizar los usos en la cuenca del Tajo y siempre que se ha adoptado una decisión de trasvase ha estado presidida por el principio de prudencia a la hora de autorizar desembalses». Según Palop, la cuenca del Segura «tiene derecho a las aguas que se consideren sobrantes única y exclusivamente y desde luego esos derechos nunca van a poder usurpar los derechos legítimos y prioritarios de todos los usos que estén establecidos en la cuenca del Tajo», añadió.
Pero la polémica sobre el trasvase Tajo-Segura sigue arreciando, como demuestra el estudio que la patronal de Alicante (Coepa) y la Fundación Agua y Progreso han encargado para tratar de demostrar la importancia estratégica del trasvase y ayudar a defenderlo «con uñas y dientes» y con «argumentos».
Ayer se firmó el convenio para que el Instituto Universitario del Agua y las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante elabore el trabajo.El director de la Fundación, José Alberto Comos, insiste en que sin el Tajo-Segura, Alicante «no sería ni de lejos lo que es: la cuarta provincia en PIB de España». El presidente de los empresarios alicantinos, Modesto Crespo, también criticó el «proceso de presión al que son sometidas las transferencias de agua» a la provincia y las «incertidumbres crecientes» en torno al Tajo-Segura, que calificó de «clave e insustituible» para la provincia.