«Lo que tiene que hacer el PP de Castilla-La Mancha es recapacitar, aportar y pensar en positivo. Es absurdo que salga diciendo que la Comunidad Valenciana busque otras fórmulas para lograr agua en relación al Tajo». La reflexión de Luisa Pastor fue ayer, una vez más y ante el silencio oficial del vicepresidente Císcar y el presidente Fabra, la voz autorizada del PP, que trató de parar la andanada lanzada el domingo por su compañero de partido y portavoz del PP en las Cortes castellano-manchegas, Francisco Cañizares.
El diputado manchego reclamó a la Comunidad Valenciana que busque otras fórmulas para conseguir agua (clara alusión al objetivo del gobierno de De Cospedal de cerrar el trasvase) y dejó sin valor el memorándum firmado por el Consell y Murcia con el Gobierno, con el que aseguran que el trasvase está salvado. Algo complicado en los años de sequía, según ha advertido la Universidad de Alicante, por culpa de elevar la reserva hasta los 400 hm3, lo que impedirá que salga un gota de sequía del complejo de embalses de Entrepeñas y Buendía.
Luisa Pastor se mostró ayer abierta al diálogo, admitió que la demanda de agua de Castilla-La Mancha y Madrid haya crecido en los últimos años, pero apeló a buscar el consenso. «A nosotros nunca se nos ha ocurrido pedir agua por encima de los derechos de los demás, de ahí que me parezca absurdo el planteamiento de ese señor». Pastor considera un buen punto de partida que la reserva se fije «en 400 hm3 y no los 600 hm3 que quería Barreda».
Por su parte, el secretario general del PP en la Comunidad, Serafín Castellano, recurrió al guión oficial. «El memorándum garantiza el trasvase Tajo-Segura».
Por otro lado, el secretario general del PSPV, Ximo Puig, aprovechó la coyuntura para volver a cargar contra el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. «No puede continuar arrodillando a los valencianos ante lo que diga la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. El Tajo-Segura es intocable».