La fiebre participativa se extiende a la Confederación Hidrográfica del Júcar. Ayer, el presidente del organismo de cuenca, Juan José Moragues, convocaba a expertos, usuarios, administraciones y ciudadanía en general en una «Mesa de la Participación» cuyo objetivo es diseñar un «Plan Integral para la Recuperación Medioambiental» del Río Júcar.
Esta Mesa se estructurará en cinco comisiones de trabajo, explicó el presidente de la CHJ, Juan José Moragues, en rueda de prensa. Moragues también precisó que los objetivos de este plan son «mejora del caudal mínimo, mejora de la calidad del agua, restauración de ecosistemas, revalorización socio-cultural de los paisajes del agua y protección frente a inundaciones».
Moragues también indicó que en esta Mesa de trabajo «estarán representados tanto la Administración General del Estado (AGE), como los usuarios, regantes, agentes sociales, asociaciones, sindicatos y administraciones locales y autonómicas manteniendo siempre absoluta paridad entre las dos comunidades autonómicas implicadas».
También mostró su «firme compromiso» a llevar ante el Ministerio de Medio Ambiente «las propuestas y recomendaciones que se planteen para mejorar la situación del Júcar a lo largo del proceso de este Plan para la revisión y futuro ‘Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar’, que debe estar en sintonía con la Directiva Marco de Aguas», indicó.
Por su parte, fuentes de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental indicaban ayer que , dado lo novedoso de la idea, era difícil aventurar su resultado «pero al menos va a servir para algo, y es que nos vamos a tener que ver todos las caras y hablar con los datos y cifras en la mano, en vez de tener que hacerlo sólo a golpe de titular en los medios de comunicación».
Desde la JCRMO, se considera que un foro de esta clase podría servir para poner sobre la mesa todos los problemas ambientales y ecológicos del Júcar y no sólo los que les interesan «a los históricos» como por ejemplo «hablar de problemas que están olvidados por completo, como los afluentes del propio Río Júcar, que parece que no existen, o el origen de los problemas de la contaminación de la Albufera, o la relación entre los caudales que recibe la Albufera y las zonas de regadío que la rodean, porque de un tiempo a esta parte, parece que el Júcar Medio es el culpable de todos los males de la cuenca y, por supuesto, habrá ver qué es y que no es Júcar, como no».