El sector agrario, al que según recordó lleva vinculado profesionalmente toda su vida, fue protagonista del discurso que Federico Pozuelo (Alpera, Albacete, 1950) pronunció ayer en su toma de posesión como subdelegado del Gobierno en la provincia. En un acto que presidió el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, el hasta ahora coordinador de los Servicios Periféricos de la Consejería de Agricultura dijo que entrega, honradez y diálogo serán los tres principios en los que basará su actuación.
Pozuelo, que juró su cargo ante una nutrida representación de autoridades políticas de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento; religiosas; representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; Justicia; organizaciones agrarias y sindicales y funcionarios de la Subdelegación, agradeció a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, la confianza depositada en él, señalando que dedicará a su nueva tarea toda la «entrega y responsabilidad» que requiere el puesto, y «sin perder de vista un sector al que llevo dedicado toda mi vida profesional, el sector agrario».
Subrayó, en este sentido, que se trata de una actividad estratégica e imprescindible para el desarrollo de Castilla-La Mancha, y a la que tiene previsto apoyar solventando uno de los asuntos que más preocupación genera, el de los robos en las explotaciones agrarias. «Especial mención merece la delincuencia en el medio rural», señaló Pozuelo, ingeniero agrónomo y funcionario vinculado a la administración de Agricultura, quien apostó por «intensificar» los medios humanos, materiales y legales «que permitan su disminución».
El nuevo representante del Gobierno en la provincia tuvo palabras de «reconocimiento, respeto y colaboración» hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, representadas en la sala de la Subdelegación donde se celebró el acto, entre otros, por el general jefe de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, Joaquín Ruiz, y el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en la Región, Juan Carlos Ortiz.
«Soy consciente de que asumo esta responsabilidad en un momento difícil para España y para Albacete», manifestó Federico Pozuelo, quien aludió a la «profunda crisis económica» y a los 49.000 parados de la provincia.
A este escenario de falta de empleo se refirió también el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, quien confió en que puedan incorporarse al mercado laboral quienes «se encuentran sin posibilidad de trabajar aunque ese sea su deseo», en el marco de una crisis «que nos ha venido dada».
Labrador dijo del subdelegado que es un hombre «sensato» y «trabajador», destacando de él su vocación de servicio, y se mostró orgulloso del conjunto de subdelegados del Gobierno de la Región que empiezan esta semana su tarea con el objetivo de aunar esfuerzos entre instituciones y administraciones, evitando «duplicidades».