‘Nos quita el sueño que el río se seque’. Con estas palabras resumía el presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, Francisco Belmonte, la inquietud que sienten ante el lamentable estado que presenta en estos momentos el río Júcar.
Una afirmación que no es gratuita tal y como viene demostrando la JCRMO desde hace tiempo ya. Y es que ante la sequía no han dudado en apretarse el cinturón, entre otras cuestiones, para mantener el caudal ecológico del río. Asimismo han pedido a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que lleve a cabo no una, sino hasta tres Ofertas Públicas de Adquisición de Derechos de Uso de Agua (OPA) en el tramo medio del río. Belmonte recordó en rueda de prensa que, igualmente, sugirieron a la Administración que se vierta agua de pozos al río para que éste no se secase. E incluso anunció que ya están buscando recursos ‘en otros sitios’ ante la falta de lluvias.
El responsable de los regantes de la Mancha Oriental aseguró que se sorprendió, como todos, cuando el río apareció seco en un tramo en días pasados.
No obstante, Belmonte atribuyó este hecho a la extracción masiva en un momento dado, el fin de semana, posiblemente por parte de aquellos regantes que tienen reconocido su derecho a tomar agua directamente del río.
Una situación ésta que afecta a unas 2.500 hectáreas, según explicó a este diario el secretario de la Junta de Regantes, Herminio Molina, quien detalló que el Plan Hidrológico del Júcar fija una asignación específica de 25 hectómetros cúbicos destinada a atender las demandas de los riegos en el tramo medio de los ríos Júcar y Cabriel.
Precisamente por la tarde, unos 10 usuarios de tomas directas del río (que no están adscritos a la JCRMO) participaron, en la sede de la Confederación en Albacete, en una reunión con el comisario del organismo de cuenca, Manuel Alcalde, y con los representantes de la Mancha Oriental.
En este encuentro se decidió, según informaron tras la reunión los responsables de la Junta Central, que los usuarios de este tipo de tomas se organicen en turnos para evitar que los riegos se concentren en un momento determinado y que el Júcar vuelva a amanecer seco.
En esta tarea estarán asesorados por miembros y técnicos de la Junta Central de Regantes, entidad ésta que ofreció su ayuda para llevar a cabo esta labor. De hecho fijaron una reunión para el próximo martes en la sede de la JCRMO en la que se pretende determinar las superficies, caudales y usuarios que se encuentran en esta situación y establecer turnos de riego.
En el encuentro, al igual que otros que está previsto que se produzcan en los próximos días o semanas con la Confederación, participaron los regantes directos del río con más de 50 hectáreas.
Pero a pesar de todas las precauciones y de la búsqueda de soluciones, en la que todos se han puesto manos a la obra ya, Belmonte aseguró que si no llueve ‘se nos secará el río de nuevo’. Aunque, eso sí, anunció que al menos desde la entidad que representa harán todo lo posible, como hasta ahora, por evitar que esta situación que calificó de ‘barbaridad’ se repita.
En cuanto al anuncio realizado el miércoles desde Ecologistas en Acción afirmando que pedirían a Bruselas que se declare sobreexplotado el acuífero 18, el de la Mancha Oriental, Belmonte fue tajante. ‘Pueden pedir eso y dos huevos duros’, manifestó en un alarde de jocosidad para, a renglón seguido, añadir que la realidad es tozuda y que los datos demuestran que no existe tal sobreexplotación.
‘Tenemos mejores niveles que hace dos años’ apostilló, insistiendo en que se están produciendo recargas importantísimas del acuífero. En esta línea, señaló que lo que están extrayendo del mismo, es única y exclusivamente lo que marca el Plan Hidrológico del Júcar.
No menos rotundo fue a la hora de señalar a aquellos que están incumpliendo ese plan de forma reiterada. Así, el representante de los usuarios albaceteños no dudó en apuntar hacia los usuarios valencianos y especialmente hacia la Generalitat Valenciana. Y es que precisamente esta Administración suscribió un convenio en 1997 con el Ministerio de Medio Ambiente en el que se comprometía a realizar las pertinentes infraestructuras hidráulicas y a que éstas estuviesen finalizadas en el año 2002.
Un horizonte de cinco años que no se respetó, tal y como recordó Belmonte indicando que a día de hoy las obras de modernización de regadíos siguen pendientes. ‘Las obras tienen que servir para mejorar lo que la naturaleza hace ella misma’, matizó.
En este sentido, Belmonte afirmó que no se puede conseguir que las lluvias lleguen, pero sí que se podrían ,y se deberían haber puesto los medios, para almacenar recursos en años de bonanza y hacer frente con ellos a ejercicios de sequía como el actual. Igualmente lamentó que los usuarios valencianos no hayan respetado las asignaciones establecidas en el Plan Hidrológico del Júcar. A modo de ejemplo explicó que si se hubiesen acometido las obras de modernización y estos usuarios se hubiesen ajustado a las concesiones fijadas en el Plan, sólo entre 2003 y 2006 podrían haberse ahorrado 506 hectómetros que podrían estar almacenados en Alarcón y Contreras.