La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) alertó este lunes de la «carencia de personal» destinado al mantenimiento y vigilancia en las presas dependientes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que, en muchas ocasiones, «se encuentran abandonadas durante horas e, incluso, días», según fuentes del sindicato.
CSIF exigió al Ministerio de Medio Ambiente que «aumente la dotación de personal para que este tipo de instalaciones tenga protección durante las 24 horas y todos los días del año».
«Es cierto que se han instalado cámaras de seguridad en varias presas, pero esto no es suficiente, ya que el tiempo de reacción para evitar un accidente de importancia sería demasiado amplio«, aseguraron desde el sindicato. En este sentido, CSIF señaló que la única presa que dispone de vigilancia 24 horas es la de Tous (Valencia).
«En el resto de embalses el número de empleados de seguridad no alcanza más que para establecer unos turnos que dejan vacía la presa durante varias horas
Vigilancia precaria
Así, según indicó, embalses como Sichar, Regajo, Bellús o Ulldecona sólo cuentan con dos personas para el mantenimiento y vigilancia; Arenós, San Blas, Guadalet y Alarcón, la más grande de la cuenca, disponen de tres operarios para las tareas de control de las instalaciones y otros embalses, como Loriguilla, Escalona y Beniarrés, cuentan con cuatro funcionarios. La situación de estos pantanos contrasta con Tous, el único que tiene vigilancia 24 horas del día y diez personas trabajando.
CSIF reclamó que el Ministerio «aumente la dotación de personal a seis técnicos por presa para poder establecer turnos que cubran las 24 horas del día, fines de semana y vacaciones». «Medio Ambiente tiene la obligación de mantener y proteger estas instalaciones de riesgo para evitar accidentes que puedan derivar en catástrofes», manifestó.
Según apuntó el sindicato, el listado de «incidentes por vandalismo» en las presas es «amplio», y mostró su temor a que pueda «llegarse a una catástrofe de grandes dimensiones si no se regulariza la situación del personal de mantenimiento».
Robos de material y daños
«Hace un par de años en la presa de Alarcón unos individuos entraron en las instalaciones causando algunos daños y robando materiales. Poco después, en el embalse de Algar del Palancia, unos jóvenes se dedicaron a circular en motocicleta por las galerías de la presa», afirmó CSIF.
La Central Sindical alertó de que en algunas de las instalaciones, además de la «escasez» del personal, también existen «carencias» en la protección de los propios paneles de control de las presas.
«Aunque se están mejorando las medidas de protección técnica, todavía existe algún embalse en el que un acto de vandalismo podría terminar en una auténtica catástrofe si alguien llegara a alterar los mecanismos de compuertas de los embalses», incidió.
El sindicato hizo referencia a la presa de Forata, junto a Yátova (Valencia), donde el trabajador que ejercía las funciones de encargado se jubiló hace aproximadamente cinco años. «Desde entonces la Confederación Hidrográfica del Júcar ha pedido reiteradamente la cobertura de esa vacante al Ministerio, pero desde entonces no lo ha conseguido», denunció.
Además, los dos empleados que han quedado desde entonces a cargo del embalse «han estado de baja por enfermedad durante un tiempo considerable» y la presa ha funcionado «en precario», con personal de otras presas enviado allí o incluso desde la oficina de Valencia de la CHJ hasta que se han incorporado los titulares a su puesto. no obstante, advirtió de que la plaza de encargado «sigue sin cubrir».