¿Qué gobierno ha sido más generoso enviando agua del Tajo al Segura, el de Aznar o el de Rodríguez Zapatero? En la etapa del Partido Popular se desembalsó más agua en términos absolutos debido a que coincidió con un ciclo húmero y había más reservas en los pantanos de cabecera, pero en los cinco últimos años de poder socialista el esfuerzo hidráulico ha sido hasta cuatro veces superior. En relación al agua embalsada, muy mermada a causa de la sequía, se ha enviado porcentualmente más caudal que en la época del PP. Así figura en los datos oficiales de la Confederación Hidrográfica del Segura, a los cuales ha tenido acceso este diario.
Entre los años 1996 y 2004 se transportaron a la cuenca del Segura entre 447 y 600 hectómetros cúbicos anuales del Sistema Entrepeñas y Buendía. El esfuerzo hidráulico osciló entre el 40% y el 100%, que se corresponde con los volúmenes extraídos en relación a las existencias almacenadas en la cabecera. Aquel ciclo húmedo permitió que el sistema llegara a almacenar hasta 1.354 hectómetros en el año hidrológico 1997/98.
A partir del año 2004, cuando asomó la sequía, la tendencia cambió causando tantos estragos en la cuenca del Segura como en la cabecera del Tajo, que han ido casi a la par en penuria hídrica. Las reservas de Entrepeñas y Buendía cayeron hasta los 296 hectómetros en el año 2006. No obstante, el esfuerzo hidráulico fue casi cuatro veces superior al de la etapa del PP. En ese año de máxima escasez los desembalses aprobados fueron de un 385% sobre el volumen almacenado. Aquí se incluyen los caudales comprados a Estremera y Aranjuez. En los tres últimos años se han adquirido 140 hectómetros a través del intercambio de derechos.
Mala tendencia
A punto de terminar el año hidrológico, la cuenca del Segura se encuentra en una situación favorable en comparación con años anteriores. Sus pantanos almacenan 306 hectómetros, frente a los 180 del año anterior por estas mismas fechas. Este volumen, que incluye los caudales que llegan de la cabecera del Tajo, casi duplica la media de los últimos diez años. Ha sido posible gracias a las lluvias caídas durante el primer semestre de este año. Esta situación hace prever que el otoño será llevadero dentro de la cuenca, pero la dicha puede durar poco porque las perspectivas no son favorables para el próximo año hidrológico en el que se teme que se mantenga la sequía que se inició en el 2006.
El organismo de cuenca confía en atender el programa de riegos de las tres vegas, al margen de la superficie de regadíos dependiente del Trasvase Tajo-Segura. La Confederación no tira las campanas al vuelo, puesto que advierte de que se trata de una foto fija con una tendencia a empeorar en los próximos meses. La vicepresidenta primera del Gobierno, Fernández de la Vega, informó la semana pasada de que la próxima primavera puede ser trágica para el campo, basándose en un informe presentado por el Ministerio de medio Ambiente, Rural y Marino.
Al igual que la cuenca del Segura, la cabecera del Tajo está en mejor situación que el año pasado. Entrepeñas y Buendía almacenan 373 hectómetros, setenta más. Esto asegura los abastecimientos y deja la incógnita sobre los regadíos del Segura, que van a pedir 50 hectómetros para los tres próximos meses. El Ministerio de Medio Ambiente autorizó a finales de julio otra operación de compra de caudales a Estremera.