El problema del tarifazo eléctrico que afecta directamente a las regadíos leoneses no ha recibido una solución a tiempo y las campañas están en marcha con unos costes de producción al alza. La queja planteada hace ya meses por los regantes sobre los perjuicios derivados de la reforma eléctrica no ha tenido ninguna respuesta satisfactoria y las promesas de que se tendría en cuenta el problema siguen sin generar decisiones prácticas que frene este daño al sector.

El cambio en el Ministerio de Agricultura para que Miguel Arias Cañete liderara la candidatura del PP en las elecciones europeas del domingo tampoco ha ayudado porque se han perdido unas semanas en las que este asunto tendría que haberse agilizado para que no arrancase esta campaña de riego sin una solución.

La primavera, con altas temperaturas y escasez de lluvias, ha adelantado los regadíos en algunas zonas de la provincia y al sector se le pone en una situación muy complicada con unos gastos de producción al alza y unos precios siempre llenos de interrogantes sobre los que existe el temor de que puedan descender hasta un 10%.

La aplicación del primer año con tarifazo, que incrementa los precios al centrarse en la potencia contratada —aunque luego esté muchos meses sin ningún uso— ha querido coincidir con estas semanas en las que los regadíos se han hecho imprescindibles. Este año sí hay agua pero el problema está siendo el elevado coste de usarla.

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