Regantes del Alto Guadiana quieren crear su propia Junta Central

Un grupo de regantes que extraen sus aguas de la masa de agua Rus-Valdelobos, situada justo en la linde entre la cuenca del Guadiana y la Cuenca del Júcar, quieren constituir mañana, en el Teatro Viejo de San Clemente, en la vecina Cuenca, un acto para constituir una Junta Central de Regantes, inspirada en la que funciona desde hace años en la Mancha Oriental, dentro del Júcar.

En este acto de constitución, participan tanto regantes conquenses como albaceteños, ya que la masa Rus-Valdelobos comprende total o parcialmente tierras de 28 términos municipales, de los que tres están dentro de nuestra provincia. Son Villarrobledo, Minaya y Munera.

La constitución de esta futura Junta Central de Regantes coincide en el tiempo, precisamente, con la recta final de los trabajos de delimitación de los límites exactos entre las cuencas hidrográficas del Júcar y del Guadiana. Un límite que, parcialmente, coincide con la zona noroeste de la provincia de Albacete, según publicaba La Tribuna el pasado día 28.

La situación que conduce a la constitución de este Junta Central es sencilla. Los regantes de esta zona están encuadrados dentro de la Confederación del Guadiana. Sin embargo, ellos sostienen que la masas de agua de la que extraen sus recursos hídricos «tiene la particularidad de que sus aguas subterráneas, que son las que se utilizan, vierten y han vertido siempre de forma natural al denominado acuífero de la Mancha Oriental, perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Júcar».

Estos regantes sostienen, además, que la masa de agua que usan está en buen estado, ya que según los cálculos de los promotores de esta Junta Central, el nivel de recursos renovables de su zona es de entre 80 y 85 hectómetros cúbicos, mientras que el consumo anual medio de esta área es de 20-30 hectómetros.

restricciones. A pesar de ello, como pertenecen oficialmente al Guadiana, estos regantes usan el agua bajo fuertes restricciones, ya que desde el año 1994, sus dotaciones máximas oscilan entre los 1.000 y los 2.460 metros cúbicos por hectárea, volumen que varía en función del tamaño de la explotación de regadío.

Según Francisco López Collado, ingeniero agrónomo, regante de la zona de Villarrobledo y uno de los participantes en esta iniciativa, «esto es así debido a una incorrecta e ilegal aplicación de la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea», esto es, la Directiva 200/60/CE.

El problema, según explica López Collado, es que cuando España transcribió la citada Directiva a la legislación europea, apareció un párrafo en el artículo tres que dice que «en caso de que las aguas subterráneas no correspondan plenamente a ninguna cuenca hidrográfica en particular, se especificarán e incluirán en la demarcación hidrográfica más próxima o más apropiada».

Esta redacción del artículo tres, tal y como se ha hecho, introduce un «criterio de discrecionalidad», pues se puede elegir tanto la demarcación más próxima como la que, por motivos hidrológicos, podría ser la más apropiada, desde el punto de vista de la gestión de los recursos hídricos.

No obstante, y éste es uno de los motivos que habrían llevado a la constitución de la futura Junta Central del Rus-Valdelobos, la legislación española, y en concreto la Ley del Plan Hidrológico Nacional contempla la figura del «acuífero compartido» que, a juicio de los promotores de esta iniciativa, sería una posible salida que permitiese aliviar las restricciones que actualmente pesan sobre esta zona, vinculada administrativamente al ámbito de la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

 

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