El Ministerio de Medio Ambiente ha destituido a José Salvador Fuentes Zorita como presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura. El relevo de Fuentes Zorita, en el cargo desde 2004, se produce en plena polémica por el trasvase del Tajo al Segura, que el estatuto de Castilla-La Mancha pretende cercenar.
Fuentes Zorita presentó su salida como una dimisión, aunque el Boletín Oficial del Estado afirma que fue una decisión del último Consejo de Ministros "a propuesta de la ministra de Medio Ambiente", Elena Espinosa. El hasta ahora comisario de Aguas, Manuel Aldeguer, asumirá provisionalmente el cargo.
La salida de Fuentes revela la fuerte división política que genera el agua y cómo en Murcia y Valencia los partidos tienen el discurso contrario que en Castilla-La Mancha. Mientras socialistas y populares de Levante defienden el trasvase, sus compañeros de partido en Toledo quieren derogarlo. Esa contradicción la vivió en primera fila Fuentes Zorita, el máximo representante del ministerio en materia de agua en la cuenca más deficitaria de España.
Fuentes defendió públicamente el trasvase y se enfrentó al presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Pero, sobre todo, perdió la confianza del secretario de Estado de Agua, Josep Puxeu, por airear disputas por el agua del Tajo y los desembalses cuando el Ejecutivo pretendía bajar la tensión sobre el trasvase. Fuentes, ingeniero de caminos y veterano socialista que ya fue consejero autonómico en los 80, ayer afirmó a La Verdad que se va «por motivos propios».
La decisión se tomó el martes pasado, cuando el PSOE presentó en el Congreso una moción para que en el preámbulo del Estatuto de Castilla-La Mancha aparezca una reserva hídrica de 4.000 hectómetros cúbicos para la comunidad, algo que según los partidos en Murcia supondría limitar la capacidad de trasvase. Aunque el PSOE ha amagado con sacar adelante el texto con los nacionalistas después ha afirmado que no lo aprobará sin apoyo del PP.