El Ayuntamiento de Cuenca mantiene cerrado el acceso al Parque Fluvial y otras zonas de la ribera del Júcar ante la crecida del río en los últimos días, debido a las lluvias y a los desembalses desde La Toba.
El subinspector del área de Seguridad Ciudadana de la Policía Local de Cuenca, Juan Carlos Muñoz, ha asegurado en declaraciones a Efe que no hay motivo de alarma y se trata sólo de un dispositivo preventivo para acotar las zonas donde podría haber algún riesgo.
Muñoz ha señalado que desde el miércoles, el caudal del río ha descendido en 40 metros cúbicos por segundo, pero hay que seguir controlándolo y delimitando las zonas más cercanas para evitar problemas.
Según los datos provisionales que publica en su web la Confederación Hidrográfica del Júcar, el caudal máximo del último año se alcanzó en la tarde del Miércoles Santo, con 146 metros cúbicos por segundo, aunque la propia Confederación alerta de que no son datos oficiales hasta que no sean «revisados, depurados y validados».
Aunque en la tarde de ayer se había reducido casi a la mitad, con 74 metros cúbicos por segundo de caudal, esta mañana volvía a estar por encima de los 100, en concreto 105 metros cúbicos por segundo.
Muñoz ha señalado que las zonas continúan cortadas por prevención, y es conveniente evitar pasear por las áreas acotadas.
Respecto al Huécar o el Moscas, el subinspector ha señalado que están controlados y no ofrecen problemas.
Pese a la fuerza con la que baja el Huécar, Muñoz ha señalado que está controlado con la canalización y el aliviadero que hay casi a la altura del Recreo Peral.
En declaraciones a Efe, algunos vecinos han asegurado que hacía «por lo menos 60 años» que no veían el Júcar con tanto caudal.
Los datos provisionales que ofrece la Confederación del Júcar indican que el embalse de La Toba, que en los últimos días ha llegado a estar por encima de su capacidad, almacena hoy 9,46 hectómetros cúbicos, lo que ronda el 100 por ciento de su capacidad, que es de 9,7 hectómetros cúbicos. EFE