La consejera de Agricultura de Castilla-La Mancha, María Luisa Soriano, ha asegurado hoy que «el agua es un asunto de Estado», por lo que requiere de un Pacto Nacional, y que «no podemos seguir enfrentando la agricultura con el medio ambiente».
Soriano, que ha clausurado, en el marco de la Feria Regional de Campo y de Muestras (Fercam), una conferencia de Asaja sobre el futuro del Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadiana, ha indicado que el Gobierno regional entiende que «el agua es fundamental» y, por ello, «va a defender como nadie el agua para la región».
Durante su intervención, la consejera ha destacado que la agricultura en Castilla-La Mancha necesita agua para generar riqueza y empleo y para fijar a la población.
Y ha criticado que, «durante muchos años, en la región no se ha fortalecido la agricultura ni impulsado el regadío», ya que la superficie regable en la comunidad autónoma ronda el 11 por ciento, una superficie muy inferior a la de otras regiones cercanas y a la media nacional.
A juicio de Soriano, la agricultura «tiene que seguir existiendo y el agua marca la diferencia entre una agricultura rentable y una agricultura de subsistencia».
También ha querido dejar claro que no es intención del nuevo Ejecutivo castellano-manchego «entrar como elefante por cacharrería», si bien ha dicho que el Plan Especial del Alto Guadiana, «que no se ha cumplido», va a exigir que las medidas que ya están en marcha se completen.
En este sentido se ha referido a la regularización de los pozos, ya que hay unos 8.000 expedientes pendientes de resolución para que «esas familias puedan regar sus cultivos sin que les sancionen por ello».
Y es que, ha subrayado: «el borrador del Plan Hidrológico del Guadiana va en la misma línea que el Plan Especial de la Cuenca Alta del Guadiana, del que dijeron cuando se aprobó que significaba reducir a la mitad o considerablemente la superficie de regadío».
En este contexto ha significado que «defenderemos el agua para Castilla-La Mancha» y un Pacto Nacional del Agua, para que el agua vaya desde donde sobra hacia donde hace falta.
Por su parte, el presidente nacional de Asaja, Pedro Barato, ha señalado que el Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadiana tiene «mucho futuro», siempre y cuando prime la racionalidad y se cumplan las promesas y, sobre todo, determine el modelo de agricultura que se quiere desarrollar, que, a su juicio, debe ir ligado al agua.
«Donde hay agua, hay vida», ha manifestado a Efe el dirigente agrario, que ha dicho que no está en contra de ningún cultivo, pero es necesario utilizar racionalmente el agua porque «representa futuro», motivo por el que considera que el Plan de la Cuenca del Guadiana hay que hacerlo en dos partes.
«Lo primero que hay que hacer es un estudio agronómico para saber qué es lo que queremos y, lo segundo, dejar de criminalizar al sector agrario, que lejos de despilfarrar el agua la ha administrado como en muy pocas regiones se ha hecho», ha aseverado.
El máximo responsable de Asaja , además de destacar «la recuperación plena» del Acuífero 23, ha estimado que hay que aprovechar los recursos con los que cuenta la comunidad autónoma para optimizar esta situación, en referencia a la tubería manchega, de la que ha dicho: «cuando haya excedentes puede utilizarse para recargar el acuífero».
De cualquier forma, Barato ha reiterado que la Cuenca del Guadiana «tiene futuro si se ponen de acuerdo los administrados y los administradores, una petición que ha trasladado a la consejera de Agricultura, porque «no podemos ver determinados comportamientos hídricos, mientras que a los agricultores de Castilla-La Mancha nos sancionan por querer una agricultura productiva y de futuro». EFE