Las zonas metropolitanas de Valencia y Alicante y la localidad de Benidorm, la capital turística de la Comunidad Valenciana, se abastecen desde hace años a través de canalizaciones similares a la acordada por el lunes entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña para suministrar la zona metropolitana de Barcelona. Y la figura jurídica que permite comprar derechos de riego y que posibilita la compra de 40 hectómetros cúbicos de agua a los regantes del Delta del Ebro para servir las necesidades de Barcelona fue aprobada en octubre de 2004 por el primer Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero y se ha usado de forma habitual para garantizar el suministro en el territorio valenciano.
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La compra de agua es paralela a los trasvases que acuerda el Gobierno
José Ramón García Antón, consejero de Agua y Medio Ambiente, confesó ayer que los problemas de abastecimiento de agua en la Comunidad Valenciana son «muy puntuales». Pero la Generalitat valenciana, con su presidente Francisco Camps al frente, ha puesto el grito en el cielo ante el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña para construir un canal de 48 kilómetros que permitirá abastecer la zona metropolitana de Barcelona, que solo dispone de agua para tres meses. Camps afirma que los valencianos han sido «humillados» y exige el mismo trato que los catalanes.
Pero lo cierto es que entre 2006 y 2007, la Comisión Permanente para la Sequía, en la que participan la Generalitat valenciana y el Ayuntamiento de Valencia, ha acordado la compra de 72 hectómetros procedentes del Tajo a los regantes del Canal de Las Aves y otros 60 a los regantes del Júcar, también en Castilla-La Mancha.
El Ministerio de Medio Ambiente ha pagado más de 40 millones de euros desde 2006 para abastecer los Canales del Taibilla a través del trasvase Tajo-Segura y para garantizar el caudal del Júcar.
La Generalitat valenciana siempre ha apoyado las compras de derechos de riego en las reuniones de la Comisión Permanente para la Sequía. El Ayuntamiento de Valencia, sin embargo, ha optado por abstenerse, pero nunca ha votado en contra.
De hecho, los 60 hectómetros cúbicos comprados a los regantes del Júcar desde 2006 han garantizado el caudal ecológico del río y, una vez embalsados en Tous, el abastecimiento del área metropolitana de Valencia, donde residen millón y medio de vecinos, a través de la canalización entre el Júcar y el Turia, una conducción de 60 kilómetros, en servicio desde 1979, que conecta Tous con la localidad de Manises y se prolonga hasta Sagunto. Del mismo modo, los 72 hectómetros cúbicos negociados con los regantes del Tajo han suministrado la impresionante red de más de 1.000 kilómetros de los Canales del Taibilla, unas arterías que se construyen desde 1945 y abastecen a 76 localidades de Alicante, Murcia y Albacete donde residen un total de dos millones y medio de vecinos.
Benidorm, la capital turística de la Comunidad Valenciana, se nutre a través de un tercer trasvase de 48 kilómetros que aprobó la Generalitat en 1999 y está en servicio desde 2001. La canalización complementa el sistema de abastecimiento diseñado por García Antón cuando era ingeniero municipal de Benidorm, que se basa en la prioridad del uso del agua para boca antes que para riego.
En septiembre de 1999 se aprobó la elevación de aguas de Rabassa a Fenollar, las obras comenzaron en 2000 y en un año concluyeron. La tubería de 48 kilómetros costó 27 milones de euros y permitió a Benidorm disponer de 5,5 hectómetros cúbicos en el primer año completo en servicio y el doble al año siguiente. El 22 de enero dejó de pasar agua por esta conducción porque la cuenca dispone de recursos suficientes.
Las compras de derechos de riego en Castilla-La Mancha se desarrollan al margen de los trasvases a través del Tajo-Segura que aprueba el Consejo de Ministros para garantizar el riego en la huerta del Segura.
El Gobierno ejecuta en la actualidad las obras del trasvase entre el Júcar y el Vinalopó, una obra que cubre una distancia de 82,9 kilómetros.