Expertos geógrafos, agricultores y técnicos de las cooperativas agrarias, han vaticinado la entrada en un nuevo ciclo seco en la mayor parte del país. También en la Comunidad Valenciana, excepto el sur, donde el buen nivel de los embalses de la cuenca del Segura hace que la situación sea distinta aunque, distintos sindicatos agrarios ya alertan de que, si no llueve a partir de 2013 comenzará a haber problemas. Pero al margen de ciclos hídricos de corto plazo, un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) constata el descenso del caudal de los ríos en la Península Ibérica en los últimos 60 años. Destaca la cuenca del río Segura donde el caudal anual medio que circulaba en 1945 era más de un 3% superior al que lo hacía en 2005. También registran un descenso los otros dos ríos con especial importancia en la provincia de Alicante como es el Júcar y el Tajo. Desde el CSIC se alerta de que la tendencia negativa podría acelerarse durante el siglo XXI.
La tónica negativa que describe el estudio no afecta a todos los ríos españoles por igual. Según los datos recogidos, en la cuenca del Segura y en un tramo del Guadiana el descenso anual del caudal ha sido superior al 3% anual respecto a la media de la segunda mitad del siglo XX.
Por su parte, en el resto del Guadiana, el Júcar y la primera mitad del Tajo, el descenso anual se ha situado entre el 1% y el 3% anual respecto a la media.
Según la investigación cientifica, desde 1945 se han producido «importantes cambios» en los regímenes fluviales de las cuencas fluviales de la Península Ibérica, comprobándose que las cuencas más reguladas con pantanos y embalses son las que presentan los descensos más marcados respecto a su caudal.
Las conclusiones de la investigación fueron publicadas a principios del pasado febrero en la revista Journal of Hydrology y sus autores son J. Lorenzo Cruz, S.M. Vicente Serrano, J.L. Moreno, E. Morán Tejada y J. Zabalza.
El documento especifica que el cambio climático es una de las posibles causas del descenso de los caudales en los ríos españoles.
En este aspecto se expone que el descenso generalizado de los caudales podría asociarse a la disminución de las lluvias y al aumento térmico observados durante las últimas décadas, ya que la tendencia negativa se ha observado tanto en los tramos de ríos regulados como en los que no. Es más, los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas advierten de que el proceso podría acelerarse durante el actual siglo de acuerdo a las proyecciones de los actuales modelos de cambio climático que se preveen para la Península Ibérica.
El uso del suelo y
las demandas
El CSIC apunta en su estudio que
además del cambio climático, existen otras posibles causas para que se ocasione este fenómeno en cuanto a la disminución de caudales en las cuencas ibéricas como son la modificación en los usos y cubiertas del suelo. Entre ellas el abandono generalizado de los campos de cultivo y de pastos en las zonas de montaña durante la segunda mitad del siglo XX «que conlleva la colonización de estas áreas por parte de matorrales y bosques». Ello hace, según el CSIC, que aumente la infiltración, interceptación y evapotranspiración directa por parte de la vegetación, lo que disminuye la generación de escorrentía y las aportaciones a los ríos. Otro de los aspectos se debe a la expansión de las superficies irrigadas, que implica «un mayor consumo de agua en zonas donde la evaporación directa y la transpiración de los cultivos son altas». El aumento de la demanda de agua para el abastecimiento de poblaciones, el mayor gasto de agua por habitante y el incremento de consumo hídrico por parte de las actividades industriales y turísticas son otras de las posibles causas que recoge el documento. E