Se creían a salvo, pero todo fue un espejismo del que despertaron de la peor forma posible, perdiendo sus cosechas y cultivos más valiosos justo cuando eran más vulnerables, a muy pocos días del inicio de la cosecha y las primeras campañas de recolección.
Serían las seis y media de la tarde del martes, cuando una fuerte tormenta de lluvia y, sobre todo, granizo, entró en la comarca de La Manchuela, llegando desde la vecina Cuenca, a la altura de Quintanar. Cortó la provincia en dos, como un enorme cuchillo, arrojando piedras del tamaño de nueces a su paso, saliendo finalmente por la comarca de Almansa.
La lista de municipios donde se han confirmado daños es larga. Madrigueras, Navas de Jorquera, Golosalvo, Mahora, Cenizate, Bormate, Villavaliente, Valdeganga, Casa de Juan Núñez, Higueruela, Hoya Gonzalo, Almansa, Bonete, Montealegra del Castillo. Lo peor, a decir de los testigos y de los técnicos de Agricultura desplazados a las zonas dañadas, es el triángulo formado por tres términos municipales, Navas de Jorquera, Mahora y Golosalvo.
Juan Silvio Heras, es el alcalde de Navas de Jorquera: «Esto fue la zona cero,una catástrofe. Lo peor es que este año esperábamos una buena cosecha tanto en uva como en cereal, y se ha perdido. La uva está dañada en un 70-80 por ciento. El cereal, este año esperábamos un cosechón, de récord, lo nunca visto, y al final se nos ha quedado en un 20 o un 25 por ciento de un año normal, tirando a malo».
20 minutos infernales. La tormenta duró «20 minutos infernales» y, aunque no hubo daños personales, si hay pérdidas económicas que Heras cifró en «el menos» un millón de euros.
El relato del alcalde en funciones de Mahora, Antonio Martínez era desgraciadamente muy similar: «Durante 15 ó 20 minutos la tormenta descargó muchísimo granizo, en un principio prácticamente piedra sola, seguida de un intenso aguacero, lo que provocó daños devastadores en la agricultura, sobre todo en la viña, en el cereal, tanto de secano, trigo y cebada, como de regadío, principalmente maíz, y también en los cultivos de huerta. En algunos parajes concretos que hemos visitado la cosecha está totalmente arrasada, concretamente muchas zonas de vid, cuya campaña se preveía este año óptima».
«Los efectos del pedrisco suponen para muchas familias perder meses de trabajo -prosiguió Martínez- lo que en una población eminentemente agrícola como ésta provoca un sentimiento profundo de abatimiento».
Un sentimiento que la alcaldesa de Golosalvo, Teresa Piqueras, conocía y compartía en primera persona: «No me siento capaz de darle una valoración económica – admitía ayer a preguntas de La Tribuna- es temprano, los técnicos de la Junta han estado aquí por la mañana y mañana (por hoy) vendrán los de la Subdelegación. Pero es que tampoco me atrevo porque la gente está hecha polvo, la gente está muy deprimida, las cosechas se han perdido justo cuando todo el mundo estaba pensando en recogerlas. Algo se podrá recuperar en el cereal, porque estaba asegurado en parte, pero ahora no sabría decirle si las viñas estaban aseguradas o no».
Entre los profesionales, ayer se notaba un claro esfuerzo para mantener el temple. Hablamos con José Ángel Montero, secretario de la cooperativa ‘San Isidro’ de Mahora, con cerca de 300 socios: «Los daños en los cultivos son del 80 por ciento. La vid, lo peor; algo el cereal que se iba a cosechar; el maíz también sufrió daños pero como la planta está pequeña, es posible que se recupere, aunque con un parón, rindiendo menos».
En superficie, y dentro del ámbito de la cooperativa, los daños oscilan entre las 950 y las 1.000 hectáreas. «De media, son del 80 por ciento -aclaró Montero- pero varían según las zonas; lo que es la parte más cercana a Golosalvo y Navas, ahí hablamos del 90 por ciento o más. Hacia Madrigueras y Motilleja, del 50 al 60 por ciento».
En lo que si coincidían ayer todos los testigos consultados era que, al menos, no ha habido que lamentar desgracias personales o daños graves en edificios. Por el momento, los únicos problemas fueron algunos canalones atacascados, imbornales saurados, unas cuantas goteras y entradas de agua y mucho hielo acumulado en algunas cunetas. En cuanto al panorama económico, las primeras valoraciones fiables llegarán en algo más de una semana.
Ayudas. Además de hacer recuento de daños, las organizaciones agrarias hablaban ayer de solicitar una ampliación, un anexo para Albacete, de las órdenes de ayuda para los agricultores perjudicados por las tormentas que, recientemente, publicaba la Junta de Comunidades para otras provincias como la de Ciudad Real.
José Pérez Cuenca, de Asaja, señalaba ayer que «Todos los cultivos hna sufrido, todos. cereal, leguminosas, viñas que estaban muy tiernas, almendro, olivar, y encima en un momento en el que casi todo está muy vulnerable. En este sentido, lo peor, con diferencia, el cereal, que se empezaba a segar la semana que viene».
Por su parte, Julián Morcillo, de UPA, indicaba que «hay daños declarados por toda la provincia, pero lo peor está, sin duda alguna, en La Manchuela, nuestros técnicos nos han hablado de lugares que acumularon medio metro de granizo tras la tormenta».