«En determinados momentos han caído muchos litros pero en pocos días». Así resume el secretario de Organización de la Unión de Pequeños Agricultores de Albacete (UPA), Julián Martínez, el año hidrológico recién culminado.
Mayo y junio principalmente, pero también los últimos días de septiembre han concentrado este año los principales episodios de lluvias tanto en Albacete capital como en el resto de la provincia.
Y aunque las lluvias fueron intensas afortunadamente, tal y como recuerda Martínez, no hicieron grandes estragos en forma de daños en el campo, a excepción de las precipitaciones de septiembre en Pozohondo. No obstante, destaca el hecho de que no haya habido que lamentar daños como sí ha sucedido en otras regiones vecinas como ha sido el caso de Valencia.
«Las lluvias este año se han repartido además de forma desigual», cuenta el responsable de UPA. La peor parte se la ha llevado la zona sureste de la provincia donde las precipitaciones fueron menos cuantiosas de lo deseable. «En algunas zonas también ha faltado agua además a los cereales», añade.
Aún así Martínez asegura que dentro de un periodo de sequía el año ha sido mucho mejor de lo que cabía esperar a priori. En cuanto al recién iniciado nuevo año hidrológico, el responsable de UPA resalta las bondades de las recientes lluvias de septiembre.
Los grandes beneficiados por estas últimas precipitaciones es el cultivo de la aceituna cuya campaña de recolección se acerca. Martínez también asegura que el agua beneficia a la sementera de cereales de invierno. «Los agricultores ya están labrando para preparar la tierra», apunta.
Ahora sólo resta esperar, según cuenta, que estas lluvias tengan continuidad y que se mantenga la tendencia. En cuanto a la evolución del periodo de sequía Martínez insiste en que ha habido ciclos más largos.