El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, salió ayer en defensa del portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, a quien el sindicato de regantes del acueducto Tajo-Segura ha pedido la dimisión por pedir agua para Castilla-La Mancha. Valcárcel defendió la posición de Zaplana y acusó de la polémica al vicepresidente del sindicato, el valenciano Manuel Serrano, al que acusó sin mencionarlo de introducir la política en la organización de regantes.
A menos de un año de las elecciones generales el PP no puede perder ni un sólo voto: ni en la Comunidad Valenciana, ni en la Región de Murcia, y mucho menos en Castilla-La Mancha, comunidad dominada desde el principio de la democracia por el PSOE. Quizá por eso el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, defendió ayer en Madrid que el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, presentase una proposición a favor de un trasvase de agua a las Tablas de Daimiel, «porque el popular es un partido nacional, que piensa en todos y cada uno de los puntos de España» y las Tablas de Daimel «están bajo mínimos». Valcárcel agregó que la Región de Murcia es «solidaria» con el resto del país y que en la cabecera del Tajo, tras las lluvias, «hay agua para dar».
Valcárcel inauguró ayer unas jornadas con una conferencia sobre la importancia del agua para Murcia. Después, y en declaraciones a los medios de comunicación, dio su opinión sobre la oposición del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura a ese trasvase a las Tablas de Daimiel y la petición de dimisión a Zaplana por proponerlo.
El presidente murciano distinguió entre el Sindicato en su conjunto y «algún individuo que intenta introducir la política en lo que debe ser un sindicato reivindicativo». «Persona, además de la Comunidad Valenciana, de la cuenca del Segura, pero de la Comunidad Valenciana», añadió, sin citar nombres. «Cuando se pide este trasvase para recargar acuíferos, es porque hay una situación de sequía total que podría acabar con un ecosistema de la importancia de las Tablas», defendió el presidente de Murcia, para quien es obligación del PP proponer a quien gobierna «soluciones».
La Junta de Gobierno del Sindicato Central del Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) acordó el lunes solicitar la dimisión Zaplana y del director general del Agua del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Palop, así como reprobar a la Comisión de Medio Ambiente del Congreso por pedir un trasvase de 10 hectómetros cúbicos de agua para las Tablas de Daimiel.
Precisamente, el vicepresidente del Sindicato, Manuel Serrano, que es de la Comunidad Valenciana y quien compareció en rueda de prensa junto a Francisco del Amor para informar de los acuerdos de la Junta de Gobierno, rehusó valorar si la proposición sobre las Tablas presentada por Zaplana era una venganza hacia el PP valenciano, ya que «lo que haga el PP internamente no nos incumbe».
Sobre este punto, Valcárcel reiteró: «Que yo sepa no es el señor Zaplana quien gobierna España, no es Zaplana la señora Narbona. Por lo tanto, no está la solución en su mano. Él ha pedido, porque es su obligación, soluciones a problemas de España y Castilla-La Mancha es España. Desde Murcia se debiera de mantener una actitud solidaria y la mantenemos con el resto de España, por eso pedimos también solidaridad», insistió.
«No es muy entendible la actitud de los regantes», continuó el presidente murciano. «Yo no puedo estar pidiendo agua a Castilla-La Mancha, yo no puedo estar reclamando solidaridad de cualquier otro lugar de España y cuando ese lugar de España tiene un problema decir que no se les manda agua. Máxime cuando hay excedentes. En este momento hay agua para dar», manifestó.
Sobre este último punto, Valcárcel explicó que la cabecera del Tajo tiene «agua suficiente» para enviar a la cuenca del Segura más de la destinada por el Gobierno. «Quien gobierna, que no es el señor Zaplana, ha decidido enviar sólo 20 hectómetros cúbicos para regadío en tres meses, cuando podría enviarlos cada mes, porque la norma de explotación así lo precisa y porque en la cabecera del Tajo hay volúmenes suficientes», dijo.
El presidente de Murcia pidió reflexión al Sindicato de Regantes para evitar críticas a la Región de Murcia. «Si no, desde el resto de España en general y desde Castilla-La Mancha en particular, se dirá que los murcianos piden agua pero que, cuando se trata de resolver los problemas en Castilla-La Mancha, los murcianos se oponen. Y no son los murcianos, sino el Sindicato Central de Regantes y una persona perteneciente a otra región», concluyó.