El presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, reiteró ayer ante la ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, la exigencia de «un Pacto Nacional del Agua con el que logremos un acuerdo que nos una a todos, que a nadie divida, a todos beneficie y a nadie perjudique».
Valcárcel hizo estas declaraciones en la inauguración, junto a Espinosa, de las obras de modernización y consolidación de los regadíos de la Comunidad de Regantes de Blanca, que han sido financiadas por ambas administraciones.
Ante las preguntas de los periodistas sobre la intención del presidente de Castilla-La Mancha de dividir la cuenca del Segura, Valcárcel aseguró que «de lo único que se trata con este asunto es de enredar más, de abrir la caja de los truenos una vez más», a lo que añadió que «si madrileños, extremeños o portugueses decidieran ahora romper esa unidad en la cuenca del Tajo, e imponer unos criterios desde un territorio frente a otro, resultaría muy peligroso».
Asimismo, el jefe del Ejecutivo regional destacó que la agricultura murciana es la que menos agua consume de toda España, y apuntó que los regadíos murcianos «son uno de los mejores ejemplos en la gestión y uso eficiente que hacemos de este recurso».
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente, Rural y Marino Elena Espinosa aseguró que «se seguirá trabajando para que la Cuenca del Segura tenga disponibilidad y calidad de agua», contribuyendo, de este modo, a un modelo de desarrollo económico «más sostenible, duradero y sostenible». No obstante, Espinosa consideró que para ello «es necesaria la coherencia y voluntad de todas las partes implicadas en la gestión del agua», en referencia a las administraciones, usuarios y sector empresarial.
Elementos todos ellos que, según afirmó, «aparecen reflejados en el Plan de Cuenca, que ya ha salido a información pública y que a partir de ese momento tendremos que ir recogiendo las alegaciones que percibamos y conseguir que ese plan sea instrumento eficaz para esta cuenca y dé servicio a agricultores, empresas y ciudadanos».
En cuanto al plan de mejora de los regadíos de Blanca se extiende sobre una superficie regable de 2.600 hectáreas, que se dedican principalmente al cultivo del melocotón, albaricoque, vid y cítricos.
Las obras, que benefician a 772 agricultores, han contado con una inversión de más de 33 millones de euros, financiados en un 75 por ciento por la Administración central, a raíz de un convenio suscrito en el año 2003, y un 25 por ciento por el Gobierno regional.