Los gobiernos de Ramón Luis Valcárcel y Francisco Camps quieren que se actualice el proyecto para trasvasar agua del Ebro al resto de cuencas mediterráneas porque mantienen que es la fórmula más segura de resolver el déficit hídrico. Cuando se cumplen seis años de la derogación de este trasvase, ambos ejecutivos han decidido reclamar con más fuerza esta obra. De hecho, una de las resoluciones del reciente debate sobre el Estado de la Región apunta en esta línea. El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, recalcó ayer que van a seguir reivindicado dicho proyecto.
«El Trasvase del Ebro es imprescindible y hay que actualizar las cifras porque está demostrado que el Ebro es un río excedentario que ha superado con creces esto años de extrema sequía con una media de 8.000 hectómetros cúbicos anuales que han desembocado en el mar. Se derogó por motivos políticos, lo cual supuso el mayor error en la planificación hidrológica y ha causado un grave daño a España», explicó ayer el consejero. Cerdá considera que el Trasvase del Ebro «le habría dado seguridad a la agricultura del Levante, que es la más competitiva de Europa». El proyecto, recogido en el Plan Hidrológico Nacional, preveía derivar un máximo de 1.050 hectómetros cúbicos anuales a Cataluña, Comunidad Valencia, la Región de Murcia y Almería.
Los gobiernos populares de Murcia y Valencia marcaron la fecha de ayer, cuando se cumplían seis años desde la derogación del trasvase del Ebro, en negro. La portavoz del Gobierno regional, María Pedro Reverte, recordó que ayer se cumplían seis años desde la derogación del trasvase del Ebro por parte del Gobierno de España, al que acusó de usar para ello un «decretazo muy fiel a su estilo de los últimos años, como el que utilizó con la reforma laboral cuando adoptó la bajada en la retribución a los empleados públicos».
Reverte destacó que en la derogación «tuvieron un papel fundamental los diputados socialistas de la Región y, en concreto, el secretario general del PSRM, Pedro Saura», y criticó que, seis años después de la derogación, no se ha «traído ni una sola gota de agua a la Región de Murcia». También el viceportavoz en la Asamblea, José Antonio Ruiz Vivo, dijo que que ayer se celebraba un cumpleaños, pero «sin nada que celebrar. Lamentamos la pérdida de la herramienta de desarrollo hídrico más importantes que haya podido tener la Región».
Por su parte, el vicepresidente tercero del Consell y conseller de Medio Ambiente, Agua y Vivienda de Valencia, Juan Cotino, se lamentó de que «el agua del Ebro estaría en Valencia hoy si el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no hubiera parado las obras» del Plan Hidrológico Nacional (PHN) impulsado por Aznar.
Juan Cotino subrayó que «todos los gobiernos desde 1937» apostaron por un plan hidrológico «cuyo eje vertebrador era el trasvase de agua del Ebro». Según los cálculos de Cotino, la decisión de Zapatero ha supuesto que 500.000 puestos de trabajo, 1.200 millones de euros de financiación europea, y de 160 trasvases en 6 años se hayan «ido al mar».
Protesta en Talavera
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, calentó motores en torno a la manifestación que el PSOE ha convocado hoy en Talavera en defensa del río Tajo. Barreda destacó que es «lógico y legítimo» que los castellano manchegos defiendan el uso del agua, «una fuente de riqueza que tenemos derecho a utilizar». Destacó que en Castilla-La Mancha se hace «un uso racionalizado del agua» y recordó que el 95% de la superficie regable de la región utiliza métodos «eficaces». En este sentido, indicó que es «un porcentaje por encima del sesenta y pico de Murcia o el cincuenta y tantos del País Valenciano», comunidades autónomas «que tienen gran tradición, historia y experiencia en la utilización del agua». El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page confirmó que hoy sí estará en la manifestación.