Valencia y Murcia denuncian que el agua perdida del Ebro cubriría sus necesidades de un año

La Comunidad Valenciana y la Región de Murcia ven con impotencia cómo durante los últimos días el Ebro está desembalsando agua al mar, mientras las dos sufren las consecuencias de la sequía de los últimos años.
   Las fuertes lluvias caídas a principios de semana y el deshielo de las montañas por el aumento de las temperaturas ha provocado un crecimiento de los afluentes del Ebro que han elevado el caudal del río, ha anegado muchos terrenos agrícolas e inundado ciudades a su paso. Esto ha provocado la indignación en dos de las comunidades del levante español.
   El secretario general de la Presidencia de Murcia, José Antonio Ruiz Vivo, se mostró muy crítico con la derogación del Plan Hidrológico y señaló que «en España la situación que se está produciendo son riadas en el Ebro, cuatro hasta el momento, y que ha motivado que el Ebro se esté desbordando, mientras Murcia se seca».
   Según explicó Ruiz Vivo el río arroja al mar más de 1.200 metros cúbicos al día, el equivalente a cuarenta canales del trasvase previsto en el Plan Hidrológico Nacional, por lo que Antonio Cerdá, consejero de Agricultura, apuntó que «hay que hacer una reflexión, porque hay quien nos acusa de que estamos manteniendo el tema del Ebro». «La alternativa del Ebro es la más viable y la más segura», dijo. Asimismo también destacó que el pasado miércoles «el Ebro estaba tirando 1.195 metros cúbicos por segundo en Tortosa», lo que «supone 112 hectómetros de agua al día. Y con tres días de éstos, tendríamos resuelto todo el tema de la agricultura de Murcia».
   Impotencia
   En la Comunidad Valenciana han contemplado con cierta impotencia cómo desde el viernes de la semana pasada el caudal en la desembocadura del Ebro en Tortosa ha ido incrementándose. Hace una semana, los caudales medios del río en este punto superaban ligeramente los 400 metros cúbicos por segundo. Y ya han superado 1. 321 metros cúbicos por segundo. Precisamente es en este punto del que partiría el derogado trasvase del Ebro. Esta conducción estaba diseñada para trasvasar a la Comunitat Valenciana, a la Región de Murcia y a la provincia de Almería, un máximo de 350 hectómetros cúbicos al año. La impotencia de políticos, agricultores y ciudadanos de la comunidad en general se ha incrementado al saber que con el agua que durante cuatro días se está tirando al mar se podría trasvasar todo el agua prevista por el Plan Hidrológico Nacional. En este cálculo también se ha tenido en cuenta el caudal ecológico que se reservaba en el plan. En cualquier caso, aunque esta medida se tenía que incrementar, sólo con este episodio de inundaciones se podría cubrir toda la demanda que necesita la Comunitat Valenciana para un año.
   Zaragoza, en alerta
   El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), José Luis Alonso, señaló ayer que el caudal del río Ebro, a su paso por la capital aragonesa, podría alcanzar durante la noche de hoy con un valor máximo de 1.900 a 2.000 metros cúbicos por segundo, equivalentes a 4,85 metros en el aforo de Zaragoza, límites próximos a una avenida ordinaria.
   El caudal máximo que se registró en el anterior episodio de crecida de esta semana fue de 1.383 metros cúbicos por segundo, con un nivel de 4 metros. En el resto de la Cuenca del Ebro no se prevén nuevas crecidas por el momento.
   José Luis Alonso informó que la avenida pasó el pasado miércoles por la localidad de Castejón (Navarra) durante la pasada noche con la previsión que se calculaba desde la CHE, «unos 2.300 metros cúbicos por segundo». Asimismo, el presidente de la CHE indicó que no se prevén «daños a ninguna población» aunque apuntó que hay que tener en cuenta que «estamos ante una avenida ordinaria por lo que se pueden producir inundaciones en cultivos» e insistió en que «el río puede causar daños en las huertas ante una avenida ordinaria», porque con «un río mediterráneo por mucho que controlemos los embalses, los cultivos sufren daños».
   Navarra, la más afectada
   En cuanto a los daños, Navarra sigue siendo la comunidad más afectada por las inundaciones. Además de anegar tierras de cultivo, el agua ha obligado a cortar dos carreteras. En la red principal está inutilizada la N-113, Pamplona-Madrid, en el kilómetro 75, a la altura de Castejón, donde el Ebro alcanzó en la madrugada del jueves un caudal de 2.188 metros cúbicos por segundo y una altura de 6,73 metros, por lo que se han habilitado desvíos alternativos debidamente señalizados.
   Además, en la red secundaria está cortada desde el miercoles la NA-6140, Tafalla-Miranda de Arga, a la altura del kilómetro 13.

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